jueves, 31 de enero de 2019

Las neuronas Pranayama


Halladas las neuronas que explican por qué respirar hondo relaja

Al acelerarse las inspiraciones, estas células aumentan su actividad y transmiten la información a una región relacionada con el estrés y el pánico.

La experiencia muestra que respirar hondo es una buena manera de relajarse, pero hasta ahora la neurociencia no había identificado qué células del sistema nervioso son responsables directas de esta relación de causa-efecto. Un estudio que publica la revista Science empieza a aclararlo: se trata de un grupo de 350 neuronas situadas en el tronco del encéfalo, entre el cerebro y la médula espinal.

Los autores del trabajo, liderado desde la Universidad de Stanford (EE.UU.), descubrieron estas neuronas en una investigación con ratones y concluyeron que tienen dos características específicas.

La primera es que están más activas cuanto más rápida sea la respiración. 

Y la segunda es que su misión es mandar señales a otra parte del tronco del encéfalo, llamada locus cerúleo, que está involucrada en la respuesta del cuerpo al estrés y el pánico y en el tránsito del sueño a la vigilia.

Por ello, “una respiración lenta y calmada activaría menos estas neuronas, lo que causaría menos activación del locus cerúleo y menos agitación”, detalla a Big Vang por correo electrónico el primer autor del estudio, Kevin Yackle.

Una respiración lenta y calmada activa menos estas neuronas, lo que causa menos agitación

Puesto que el locus cerúleo conecta con multitud de regiones del cerebro, el descubrimiento arroja luz sobre la relación entre la respiración y las funciones cerebrales complejas. Así que puede ser la clave para explicar por qué la respiración consciente durante el yoga, la meditación o la psicoterapia modula las emociones, la agitación o el estrés.

A pesar de que el estudio parte de experimentos con ratones, Yackle apunta que el hallazgo será extrapolable a los humanos, como ha ocurrido con otros avances en neurociencia.

Los autores ya han puesto nombre a esas 350 protagonistas: Cdh9/Dbx1, que hace referencia a dos genes que tienen encendidos a la vez, lo que permitió identificarlas y distinguirlas de otras neuronas vecinas de la misma región del tronco del encéfalo.


El marcapasos de la respiración

Una región que contiene entre 6.000 y 8.000 neuronas y que se conoce como complejo preBötzinger, aunque el mismo Yackel la define como el marcapasos de la respiración, porque se considera el lugar donde surgen los estímulos que activan los músculos respiratorios que nos permiten inspirar.

En preBötzinger, prosigue el investigador, las neuronas parecen estar organizadas en grupos pequeños “con funciones muy dedicadas y específicas”. De hecho, el mismo equipo de científicos publicó en 2016 en la revista Nature el hallazgo de otra subpoblación de neuronas relacionadas con la generación de suspiros.


Ratones en una calma fuera de lo normal

En el caso de las células ahora descubiertas, los investigadores pudieron identificarlas al analizar los genes que tenían encendidos y apagados en muestras procedentes de ratones. Una vez identificadas, las eliminaron del tronco encefálico de ratones con vida y analizaron cómo cambiaba la respiración y el comportamiento de los animales.

Así comprobaron que, aunque eliminar estas neuronas concretas no afecta la capacidad de respirar con normalidad, los ratones sí se encontraban en un estado de calma fuera de lo normal. Al verificar después que las susodichas neuronas conectan directamente con el locus cerúleo, pudieron concluir que, sin ellas, esta región relacionada con el estrés y la agitación está menos activa.

Estas neuronas pueden ser el objetivo de fármacos para tratar trastornos de ansiedad o de pánico.

A su vez, el comportamiento relajado de los ratones les conllevó respiraciones más lentas, por lo que los investigadores constataron algo que la experiencia también muestra: a más calma, respiraciones más lentas; y a respiraciones más lentas, más calma. Una cosa retroalimenta la otra.


Posible objetivo para tratar trastornos de pánico

Según indica Yakcle, si el hallazgo se confirma en humanos, puede tener múltiples aplicaciones clínicas, entre las cuales destacan los trastornos de ansiedad y de pánico. 
“Hay un grupo de trastornos de pánico desencadenados por la hiperventilación”, ilustra el investigador. En estos casos, “puede ser casi imposible controlar la respiración por uno mismo, de manera que un método farmacológico puede ser crucial para prevenirlos”, continúa.

Yackle avanza que los planes inmediatos de su equipo consisten en continuar investigando ese enrevesado marcapasos de la respiración para acabar entendiendo cómo se genera el ritmo respiratorio.

Fuente: La Vanguardia


domingo, 27 de enero de 2019

Yoga Científico: vivir en armonía




La palabra yoga significa “unión”, “integración”.

El yoga busca la armonía en los tres planos existenciales: mente, cuerpo y espíritu. La mente trabaja coordinadamente con el cuerpo.

Muchas personas se preguntan qué es el yoga científico. En principio es un estado de bienestar y de armonía en los tres planos existenciales: mente, cuerpo y espíritu; y científico porque es una ciencia, y como ciencia permite investigar, actualizarse y adaptarlo a las necesidades de la sociedad.

El yoga científico se basa en la psicología y en la psicosomatología (porque lo que enferma al cuerpo es la mente). Se fundamenta especialmente en la respiración, tomándola como esencia de vida y con un concepto claro de su funcionamiento. La respiración corresponde al sistema respiratorio en donde el órgano más importante es el pulmón, y el músculo que se moviliza el diafragma.

Si hablamos de salud, debemos estar preparados para inducir a un conocimiento científico donde el respirar correctamente mejora, renueva y optimiza todas las células del cuerpo.

Esta metodología científica apunta a que el practicante pueda recibir información, y desarrollar una escucha activa para poder entender y coordinar adecuadamente los distintos segmentos corporales.
Este entrenamiento permite que la mente trabaje coordinadamente con el cuerpo y que no esté disociada como pasa cuando se mira al otro.

La observación constante del instructor permite corregir y adecuar las posturas de acuerdo a las necesidades de cada uno. No se trabaja con rutinas porque estructuran y la mente se distrae: las clases son variadas y dinámicas pasando por posturas de equilibrio, elongación, fuerza, flexibilidad y movimientos libres, siempre con la consigna de respirar adecuadamente en cada postura.

La concentración se logra a través del proceso de aprendizaje de pensar, sentir y disfrutar el cuerpo logrando hacer un insight para lograr lo cambios necesarios.

La ventaja de la relajación es que tan pronto se comienzan a practicar todas estas técnicas, se toma conciencia de cuáles son las partes del cuerpo más propensas a la rigidez y al dolor. Esto ayuda a mantenerse alerta respecto a los factores que podrían generar tensión: el porte, la indumentaria, el ambiente laboral, el hogar o la manera en que se utiliza el cuerpo.

A medida que la práctica permita darnos cuenta que el cambio comienza en cada uno, se comprende que la meditación también resulta importante porque es un mecanismo innato que todos tenemos pero que no siempre encontramos: una capacidad universal y un don natural que se puede activar y usar.

Nos basamos, fundamentalmente, al hablar del yoga en:

Asanas:

son posturas adoptadas con el cuerpo que se mantienen un mínimo de 3 segundos, son solo un aspecto del yoga, pero para el occidental sedentario es un elemento que le provoca efectos rápidos y tangibles. En estas posturas hay músculos que se contraen y se tonifican y otros que se relajan y flexibilizan.


Respiración:

toda respiración busca la incorporación de oxigeno y la eliminación de dióxido de carbono. En yoga se buscan respiraciones profundas y lentas. Se trabaja con respiraciones completas usando la zona abdominal, costal y clavicular, buscando así, una mejor y mayor oxigenación. No olvidemos que una correcta respiración también produce relajación física y mental.


Relajación:

sin relajación no hay yoga. Se comienza con la parte física para lograr la relajación psíquica.


Visualizaciones:

son elementos importantes del yoga, buscando producir sensaciones placenteras de paz y felicidad en todo el ser.


Meditación:

estar atentos y conscientes momento a momento a los pensamientos, sentimientos, cuerpo, sin juzgar; estar en el aquí y ahora.



ALGUNOS DE LOS MUCHOS BENEFICIOS:

* Corrige las deficiencias de la columna vertebral.
* Fortalece los músculos y aporta flexibilidad.
* Lubrica articulaciones, rejuveneciéndolas.
* Mejora la circulación sanguínea.
* Revitaliza las células.
* Estimula el sistema Inmunológico y linfático.
* Regula la actividad hormonal.
* Calma el sistema Nervioso (combate el estrés,
la angustia y la ansiedad).
* Mejora las dolencias crónicas y psicosomáticas.
* Te ayuda a conocerte y comprenderte mejor.
* Aporta valor y confianza para afrontar las dificultades cotidianas.

www.centroelim.org


martes, 22 de enero de 2019

La esencia de la Meditación


Meditación es estar atentos y plenamente conscientes, segundo a segundo, de nuestros pensamientos y sentimientos, de nuestro cuerpo y movimientos, de todo nuestro entorno. Hemos sido condicionados para pensar, y que para mejorar nuestra vida debemos esforzarnos.

La meditación es un no hacer y se efectúa casi sin esfuerzo. Se trata de relajarnos y permitir que suceda. Este renunciar al impulso compulsivo de hacer, nos lleva al nivel más profundo de relajación psicológica posible en estado de vigilia. Igualmente, podemos obtener todos los beneficios, si estamos en movimiento plenamente conscientes de lo que hacemos.

La práctica regular nos permite el placer de la experiencia del estado alfa, con gran cantidad de beneficios, alivio de las presiones de la mente, claridad y tranquilidad emocional, y también recarga y equilibrio de nuestras energías, resultando curativa a un nivel muy profundo.

La esencia de cualquier forma de meditación es prestar atención pasiva, relajada, sin juicios. Es un estado abierto de consciencia, una “expansión para incluir” y un “permanecer en contacto” con todo lo que se está presenciando y al mismo tiempo también somos conscientes de nosotros mismos como un testigo.

El meditador, sentado o en movimiento presencia su propio proceso de pensamiento sin implicarse, al principio llegarán preocupaciones, recuerdos, pensamientos de futuro, emociones que intentarán arrastrarnos perdiendo ese espacio de testigo y teniendo que regresar a presenciar una y otra vez, sin culparnos, incluyendo en la observación esa parte de nosotros que se impacienta con estas distracciones. Con la práctica, cada vez será más fácil y romperemos el hábito de dejarnos arrastrar por nuestros pensamientos y sentimientos.

El objetivo de la meditación es centrarse en el aquí y ahora, en el presente. Nosotros estamos donde está nuestra atención. El estar en el presente, es salir de los automatismos, contemplar lo que sucede con ojos puros y responder a las situaciones de una manera espontánea y apropiada, no mecánica.

Practicar la meditación es recordarnos lo que realmente somos; no somos los pensamientos, ni el cuerpo, ni nuestros sentimientos, ya que podemos observarlos y nos damos cuenta que estamos separados de ellos. En nuestro nivel profundo, no somos nuestros nombres, ni la etiqueta de hombre o mujer, clase social, ni títulos académicos u oficios (son actividades, no lo que somos). Al final, cuando hemos abandonado nuestras falsas identificaciones, sólo queda la esencia, el ser.


“Recuerda: no eres la charla que oyes en tu cabeza;

eres el testigo que oye esa charla”

Nisargadatta




Algunos de los muchos Beneficios de la Meditación
  • Mayor actividad de las ondas cerebrales theta (cerca del sueño).
  • Disminución en los niveles del colesterol.
  • Disminución del cortisol y adrenalina (hormonas que predominan en el estrés), disminuyendo la tensión y las dolencias psicosomáticas.
  • Disminución en la necesidad de consumir drogas, ansiolíticos, relajantes, etc.
  • Disminución del dolor que cursa con algunas enfermedades.
  • Fortalece el sistema inmune (encargado de las defensas del organismo).
  • Regula la presión sanguínea.
  • Favorece el funcionamiento cerebral.
  • Favorece el flujo de energías creativas, el autoconocimiento, el desarrollo personal.
  • Eleva la autoestima, favorece la concentración, aporta claridad mental.
  • Facilita manejar situaciones difíciles.
  • Aporta fortaleza interior, confianza en sí mismo, tolerancia, sensibilidad, autenticidad.
  • Favorece el autoconocimiento.
  • Nos conduce al Ser, a lo que somos en Esencia.

Cuando meditamos, nos liberamos de la respuesta de "luchar o huir" (que tiene que ver con la ira o ansiedad), y nos instalamos en una respuesta de relajación, donde disminuye el ritmo cardíaco, la respiración y la tensión sanguínea, se relajan profundamente los músculos, y las ondas cerebrales pasan de la frecuencia beta (estado de vigilia), a la frecuencia alfa y theta (relajación meditación).

www.centroelim.org




lunes, 21 de enero de 2019

Adicción de comportamientos y sensaciones


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El cerebro está formado por aprox. 10.000 millones de diminutas células nerviosas denominadas neuronas, cada neurona tiene entre 1.000 y 500.000 sinapsis o lugares donde se conectan con otras neuronas. Las neuronas utilizan estas conexiones para formar redes entre sí, estas células nerviosas integradas o conectadas, forman lo que denomina redes neuronales.

Una manera simple de pensar, es que cada red neuronal representa un pensamiento, una habilidad, un recuerdo, una información, etc.

Sin embargo, estas redes neuronales no están solas, sino que están todas interconectadas. Es su interconexión la que elabora ideas complejas, recuerdos, emociones. Cada uno de nosotros tiene su propia colección de experiencias y habilidades representadas en las redes neuronales de su cerebro.

Si crecimos o no en una familia de un solo progenitor, si fuimos criados o no con muchos hermanos, si fuimos o no a la universidad; nuestras creencias religiosas, nuestra cultura, los lugares donde vivimos, si fuimos amados y comprendidos de niños o se abusaron de nosotros físicamente, todo esto forma las redes neuronales en nuestro cerebro, todas estas experiencias dan forma al tejido (desde el punto de vista neurológico) con lo que está pasando en nuestra percepción y en nuestro mundo.

Cuando recibimos estímulos del ambiente que nos rodea, ciertos aspectos de esas redes neuronales van a conectarse o desconectarse y van a producir modificaciones químicas en el cerebro. Estos cambios químicos, a su vez, producen reacciones y condicionan las respuestas a las personas y acontecimientos de nuestra vida.

Desde las neurociencias podemos considerar que todas las emociones, recuerdos, las actitudes y los conceptos están codificados neuronalmente y se interconectan. El resultado es lo que se denomina personalidad. Así como las células del cuerpo se juntan e interrelacionan para producir un organismo en funcionamiento, de igual manera todas las redes neuronales se interrelacionan o asocian para producir esta entidad que llamamos nuestra personalidad.

Lo que distingue principalmente a los seres humanos de las otras especies es el gran lóbulo frontal y su proporción con respecto al resto del cerebro.

El lóbulo frontal es el área del cerebro que nos permite centralizar la atención y concentrarnos. Es crucial para la toma de decisiones y para mantener firmes las intenciones, nos permite extraer información del medio que nos rodea y de nuestro depósito de recuerdos, procesarla y tomar decisiones o realizar elecciones a partir de las decisiones y elecciones pasadas.

Sin embargo, un considerable número de elecciones dista mucho de ser libres. Gran parte de nuestro comportamiento consiste en respuestas condicionadas, aprendidas o automáticas a los estímulos. Le llamamos reacción a cada situación, como apretando un botón de “repetir” a cada estimulo.

Una segunda manera de reaccionar seria eligiendo, y es cuando conscientemente nos separamos de nuestro medio y sus estímulos, nos alejamos de nuestra conducta habitual o biológica y nos convertimos en un observador, desde este lugar, en vez de reaccionar, accionamos.

El lóbulo frontal toma la información, que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida mediante la experiencia, y los datos intelectuales fácticos, ahí podemos decir: “acá está la información que tengo, esto ha sido así, puedo elegir de esta manera”, es como si ahora apretáramos el botón de “avanzar”.

En el primer caso, las redes neuronales biológicas realizan adicción, el cerebro reacciona ante su medio y ciertos aspectos del cerebro se vuelven centros automáticos que hacen que el cuerpo responda.

En el segundo caso, la conciencia se mueve por el cerebro y lo utiliza para examinar sus opciones y posibilidades. En lugar de que el cerebro funciones en piloto automático y nos dirija, somos nosotros los que comenzamos a utilizarlo a él. 
La conciencia comienza a tener dominio sobre el cuerpo.

Son nuestros pensamientos los que provocan reacciones químicas que nos llevan a la adicción de comportamientos y sensaciones.

Las neurociencias están demostrando que cuando aprendemos como se crean esos malos hábitos, no solo podemos romperlos, sino también reprogramar nuestro cerebro para que aparezcan en nuestra vida comportamientos nuevos.

La investigación de vanguardia está demostrando que la genética tiene la misma plasticidad que el cerebro. Los genes son como interruptores, y es el estado químico en el que vivimos que hace que algunos estén encendidos y otros apagados.

O sea que cada vez que pensamos, fabricamos sustancias químicas y estas sustancias actúan como señales que nos permiten sentir exactamente como estábamos pensando.

Por lo que si tienes un pensamiento de preocupación, al cabo de unos segundos, te sientes preocupado. Lo que tenemos que comprender es que en el momento que empezamos a pensar de manera en que pensamos, empezamos a pensar de manera en que sentimos, y esto produce más química de tensión y nos cuesta mas salir del estado emocional en el que nos encontramos. Entramos en un círculo vicioso. Así se crea lo que Joe Dispensa llama “un estado de ser”, la repetición de estas señales, hace que algunos genes estén activados y otros apagados.

Registramos este estado como nuestra personalidad, decimos “soy una persona preocupada, infeliz, negativa, culposa, llena de resentimiento, etc.”., en realidad lo único que hacemos es memorizar la continuidad química y definirnos como tal.

Nuestro organismo se acostumbra al nivel de sustancias químicas que circulan por el torrente sanguíneo, rodeando nuestras células o inundando nuestro cerebro. Cualquier perturbación en la composición química constante, regular y confortable de nuestro cuerpo, dará como resultado malestar.

Entonces, parte de la solución es cambiar la química del cerebro con nuevos pensamientos, pero no solo eso, sino que es necesario cambiar los circuitos cerebrales y redes neuronales. Podemos enseñar al cerebro a pensar con otros patrones o secuencias, creando una nueva “mente”.

Las neurociencias dicen que si las células neuronales se activan conjuntamente, se entrelazan creando una conexión más permanente. Una persona, ante una situación por más nueva que sea, recurre a esa conexión, es decir, repite el mismo pensamiento una y otra vez, y da las mismas respuestas. Su cerebro no cambia y vive la misma mente cada dia.

Es necesario aprender a interrumpir esos ciclos a través del proceso de ser cada vez más conscientes y de experimentar que podemos cambiar el cerebro.

Esto es posible gracias a la neuroplasticidad cerebral, que no es otra cosa que poner en actividad la neurogénesis, entendida como la capacidad de modificar y desarrollar el cerebro.

La mayoría de las personas creemos que las emociones son reales, pero las emociones y los sentimientos son el producto final, el resultado de nuestras experiencias que están internalizadas en nuestro cuerpo y en nuestro cerebro.

Si no hay experiencias nuevas o vividas de otra manera, vivimos siempre en la actualización de sentimientos pasados. Se trata del mismo proceso químico una y otra vez, entonces la pregunta clave aquí es:

 ¿Quiero cambiar? 
¿Que sentimiento tengo cada día que me sirve de excusa para no cambiar?

Y si elijo cambiar, puedo generar el proceso de transformación interior, que se trata de desaprender y reaprender.

A medida que pensamos menos en alguna circunstancia o situación que está grabada en nuestro cerebro en forma de red, la conexión con ella se reduce hasta que desaparece.

Resumiendo, a los largo de los años, en el cerebro se van formando circuitos y canales de pensamiento. O sea, vías físicas (redes neuronales, llamadas también redes Hebbianas) que controlan la forma en que pensamos y actuamos, y también nuestra manera de sentir.

Muchas veces, estas vías o hábitos llegan a están tan fijados que se convierten en una instalación similar a una instalación eléctrica.

Dicho de otra manera, los circuitos o canales llegan a estar tan empotrados que parece imposible transformarlos. Algunos actúan como surcos, y otros como tumbas que nos condenas prácticamente a morir en vida cuando son negativos.

Los últimos estudios demuestran que es posible cambiar nuestra personalidad en cualquier momento de nuestra vida. Para ello, hay que convertir los hábitos inconscientes y los automatismos en un proceso de reaprendizaje. 


¿Cómo acceder a esos cambios?


Cuando aprendemos a atraer nuestra conciencia a experiencias pasadas y memorias condicionantes, almacenadas en los receptores de nuestras células e internalizarlas como redes neuronales podemos liberarnos de esos bloqueos.

Lo podemos hacer porque no somos maquinas, ya no es correcto seguir considerando al cuerpo como una maquina en buen o mal estado de funcionamiento. Nosotros somos seres espirituales en cuerpo físico y no lo contrario.

Por falta de conocimiento de nuestra verdadera naturaleza, nuestro cuerpo se transforma en el campo de batalla de los juegos de guerra de la mente, de los pensamientos distorsionados, emociones no resueltas, de toda la negatividad que llevamos actuando en contra de nuestra salud.

Muchos nos preguntamos por qué nos enfermamos? de ahí que muchos de los trabajos más importantes para nuestro crecimiento es estimular la plasticidad del cerebro, o su capacidad de ser moldeado y configurado mediante la transformación de células y la instalación de nuevas conexiones.

Si sientes que tu vida es una suma de fracasos, si sientes que has luchado tanto y al final no ha valido la pena, si tienes sensación de carencia, insatisfacción permanente, dificultad en mantener relaciones sanas y agradables, incapacidad de comunicar saludablemente, agresividad, incapacidad de centrarte en ti mismo, miedo, culpa, falta de autoestima, de paz, de alegría, etc., debes trabajar artesanalmente para cambiar tu filtro mental.

Este filtro mental está constituido por todo lo que está escrito en tu cuerpo entero, específicamente en la memoria de tus células y en las redes neuronales que se instalaron por experiencias propias y por las que heredaste. Hoy la ciencia asegura que el 10% de nuestro comportamiento está influenciado por experiencias adquiridas genéticamente por nuestros ancestros.

Trabajar conscientemente para cambiar estas programaciones, conscientes o inconscientes, nos permitirá dejar de ser víctimas de ellas y transformarlas, ganando el poder necesario para direccionar nuestra vida hacia lo que realmente deseamos o necesitamos, viviendo con integridad más allá de cualquier desafío que debamos enfrentar.

Los pensamientos saludables tienen un efecto intenso sobre el comportamiento y los genes.

Cuando decidimos cambiar un pensamiento, una creencia o una respuesta emocional frente a cualquier estimulo, debemos cambiar o modificar la red neuronal que se instaló en nuestro cerebro producto de experiencias o informaciones que hemos recibido.


(S. M. Marusso - Fundación Salud).




domingo, 20 de enero de 2019

El Cerebro y la Compasión



Aproximadamente 2300 años atrás el filósofo chino Mencius contaba que la mente de todo ser humano no resiste ver el sufrimiento ajeno.

Este concepto milenario cobra extrema vigencia en la actualidad luego de que la neurociencia comprobara que nuestro cerebro está orientado de “fábrica” hacia la bondad.
En otras palabras, no sentimos compasión solo porque tengamos buena voluntad (aunque esto ayuda mucho), sino porque nuestro cerebro aprendió a ver la bondad como una estrategia de supervivencia.

La compasión es un sentimiento humano que se manifiesta a partir de comprender el sufrimiento de otro. Es mucho más intensa que la empatía por ser la percepción y comprensión del sufrimiento del otro, sumada al deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo el padecimiento.

Las neurociencias han demostrado que el estado de compasión puede influir sobre los sistemas neurofisiológicos e inmunes.
Se empezó a entender el mecanismo de la compasión gracias a Giacomo Rizzolatti, descubridor de las neuronas espejo. Estas células nerviosas se disparan en el cerebro tanto cuando hacemos o sentimos ciertas cosas como cuando vemos que otro las realiza o las sufre. Las neuronas espejo de la ínsula se estimulan y generan en nosotros una sensación penosa cuando observamos a otro sufriendo.

Además se comprobó que quien experimenta compasión aquieta la actividad de la corteza prefrontal derecha (asociada con estados de ánimo más negativos), y se activan zonas de la corteza prefrontal izquierda, y las redes neurales vinculadas con la empatía, el amor maternal y una mayor conexión entre pensamientos y sentimientos.

Un grupo de científicos liderados por Richard Davidson, profesor de psiquiatría y psicología en la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, realizaron un experimento para conocer cómo funciona el cerebro en la compasión. Para eso estudiaron individuos expertos en meditación y algunos novatos con resonancias magnéticas funcionales (IRMf) mientras pasaban grabaciones con distintos sonidos (por ejemplo, una mujer pidiendo ayuda, un bebé riendo, etc.).

De esta manera mostraron cómo cultivar la amabilidad y la compasión a través de la meditación estimula regiones del cerebro que pueden hacer a una persona más empática hacia otros y confirmaron que las áreas de la ínsula y el sistema límbico son primordiales en la representación de las emociones. Del mismo modo, la zona temporal parietal del hemisferio derecho está involucrada en procesar la empatía y en percibir los estados emocionales ajenos.

Los investigadores indicaron que es posible sacar partido de la plasticidad del cerebro y entrenarlo para lograr que estas cualidades sean útiles para prevenir la depresión.

Actualmente el interés reside en enseñar técnicas de meditación a niños y adolescentes porque se considera que es una buena aproximación para evitar la agresividad y la violencia. 

Muchas tradiciones y culturas utilizan la compasión y la amabilidad para aliviar el sufrimiento del prójimo a través de métodos que incluyen entrenar la concentración, practicar la generosidad y utilizar estrategias cognitivas para visualizar el dolor ajeno, en un proceso que requiere años de práctica (no menos de 10.000 horas). Para esto lo fundamental es concentrarse en desear el bien ajeno más cercano y, luego, aprender a extender los sentimientos a todos, sin pensar en nadie en concreto.

Lo cierto es que aquellas personas acostumbradas a meditar mostraron mayor facilidad para entender el sufrimiento del otro. Esta actividad, tal vez, sea capaz de cambiar la vida entera de una persona, porque el cerebro adulto puede ser adiestrado para la compasión, como un “músculo” puede fortalecerse.

Si bien hasta ahora se sabía muy poco sobre el potencial humano para cultivar la compasión, un estudio realizado por investigadores del Centro para la Investigación de Mentes Saludables en el Centro Waisman de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, ha demostrado que los adultos pueden prepararse para ser más compasivos.

La investigación, publicada por la revista Psychological Science, analizó si dicho ejercicio podía provocar una conducta más altruista y cambios en los sistemas neuronales subyacentes a la compasión; los resultados obtenidos sugieren que la compasión, al igual que cualquier habilidad física o académica, no es algo estable, sino que se puede mejorar con entrenamiento y práctica.

Además, los mismos científicos señalaron la importancia de formar en compasión y bondad a los niños en las escuelas, a fin de ayudarlos a estar en sintonía con sus propias emociones y las de los demás. También sostuvieron que este entrenamiento podría servir para tratar problemas sociales como la ansiedad social o el comportamiento antisocial, porque cuando una persona avanza en un proceso de transformación emocional surge la necesidad de trabajar sobre la culpa, el perdón inteligente y la búsqueda de la mejor dirección para sus sentimientos compasivos. De hecho, algunas investigaciones recientes en el ámbito de las neurociencias están reportando que la compasión, entendida como la capacidad de acompañar el sufrimiento propio y ajeno, es primordial para producir cambios en la salud y la calidad de vida.

A la prueba de resonancia magnética funcional que se les efectuara a los monjes mientras practicaban la meditación de la compasión, que demostró la activación de redes neuronales asociadas con la felicidad y el bienestar, se le sumó el estudio liderado por Antoine Lutz sobre la activación de circuitos más profundos como los de la ínsula y la amígdala en meditadores de experiencia, y el de Nicholas Van Dam, quien confirmó que el grado de compasión que se siente por uno mismo es más efectivo que cualquier otro sentimiento y útil para mejorar los síntomas de ansiedad y depresión.

Aún no se sabe bien el porqué de todo ello. Solo se intuye que las personas con sufrimiento crónico necesitan dejar de autoexigirse o de lamentarse por lo que les toca transitar, y así perder el “egocentrismo de la enfermedad” para poner sus energías en progresar en aquello que la enfermedad no anula: las capacidades creativas, la vocación de desarrollo y las ansias de madurar.

En alguna medida, “amigarse con los síntomas" ―que no es lo mismo que resignarse― permite encontrar un pequeño espacio para respirar aire nuevo y reconocer que "no son la enfermedad" sino que "la tienen consigo" y, al dejar, poco a poco, de lamerse las heridas “vuelven al ruedo de la vida”, solo por conectarse con este sentimiento de compasión y sus efectos poderosos sobre sí mismo.

La compasión tiene muchas caras; algunas son feroces; otras, coléricas; algunas, tiernas; otras, sabias; por eso, antes de concluir, cito palabras de Séneca: 

"Preguntémonos, cuando nos cueste trabajo dejarnos conmover, cuán poco felices seríamos si los demás fueran inexorables hacia nosotros.”.

Felizmente, la esperanza de seguir tendiendo puentes entre la espiritualidad y la ciencia continúa vigente.


Bibliografía:
Jackson PL, Meltzoff AN, Decety J. How do we perceive the pain of others? A window into the neural processes involved in empathy. Neuroimage. 2005 Feb 1;24(3):771-9. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15652312
Lutz A, Brefczynski-Lewis J, Johnstone T, Davidson RJ. Regulation of the neural circuitry of emotion by compassion meditation: effects of meditative expertise. PLoS One. 2008 Mar 26;3(3):e1897. doi: 10.1371/journal.pone.0001897. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/pmid/18365029/
HT Weng, AS Fox, AJ Shackman, DE Stodola, JZK Caldwell, MC Olson, GM Rogers, RJ Davidson. Compassion training alters altruism and neural responses to suffering. Psychol Sci. 2013 Jul 1; 24(7): 1171–1180. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3713090/ 
Van Dam NT, Sheppard SC, Forsyth JP, Earleywine M. Self-compassion is a better predictor than mindfulness of symptom severity and quality of life in mixed anxiety and depression. J Anxiety Disord. 2011 Jan;25(1):123-30. doi: 10.1016/j.janxdis.2010.08.011. Epub 2010 Aug 19. https://www.researchgate.net/publication/46219490
René Gallardo Vergara. Naturaleza del Estado de Ánimo. Revista Chilena de Neuropsicología, vol. 1, núm. 1, 2006, pp. 29-40. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=179317886004

Fuente: Asociación Educar



MEDITACIÓN DE AUTOCOMPASIÓN




Ponte en una postura cómoda, sentado con la espalda derecha, toma contacto con tu cuerpo y con tu estado de ánimo...., reconoce las tensiones..., siente aceptación profunda..., dirige tu mirada hacia los dolores y tensiones sin huir de ellos...


Respira de forma más lenta que lo habitual… el aire entra y sale y te recreas en ello, eres consciente de tu respiración….

A medida que respiras tus tensiones se disuelven, tu rostro se relaja…..

Aflojas las mandíbulas, los músculos de tus labios se ablandan….

La energía fluye libre por tus manos….

Tu abdomen, blando….

Cada respiración inunda tu consciencia de paz y sosiego...

Ahora siente tu ser, y la alegría y el bienestar que lo recorre…

Siente lo profundo de tu pecho, y descubre un punto de luz en él, una llama… sientes como desde ese punto comienza a brotar amor, un amor en el que te envuelves…..

Escucha como desde ese núcleo te dices: “te abrazo, deseo que seas feliz, te amo, deseo que vivas en armonía, que encuentres la luz que hay en ti” ……

Sientes un inmenso amor hacia la totalidad de ti mismo, es amor…., tu mente lo reconoce, lo has sentido en anteriores ocasiones…...

Ahora tu mente va a traer al presente un recuerdo de afecto, un episodio de tu vida en el que has sentido amor total. Tu mente profunda puede hacerlo y además quiere colaborar contigo, quiere que seas feliz….observa…deje que llegue esa imagen….

Recréate en ese caudal de felicidad, siéntelo en todas las células de tu cuerpo…..

Siente como sonríen tus billones de células, pequeñas vidas sonriendo…., siente la caricia del amor en tu cuerpo y la hondura y plenitud del sentimiento de afecto que eres…..

Siente que te amas por encima de tus defectos e imperfecciones…. Reconoces que en ocasiones una parte de ti ha sido injusta y negativa, pero aún así mereces todo tu amor…. No ignoras tus errores pero los conviertes en experiencia y aprendizaje, reconoces que no hay nada negativo que tenga el peso suficiente como para dejar de amarte…..

Siente amor incondicional hacia ti, acéptate y perdónate de corazón...

Escucha al núcleo profundo de tu pecho que te dice: “te abrazo, deseo que seas feliz, te amo, deseo que vivas en armonía y que te reconozcas en la luz de tu verdadero ser”….

Déjate envolver por el amor incondicional que eres, aceptando y reconociendo todas las incapacidades e imperfecciones de tu personalidad….

Siente tu pecho abierto, déjate llevar por el amor, flota en el amor y fluye en el río de benevolencia universal…

Siente como algo muy profundo en ti es plenamente comprendido y amado, algo muy hondo que está sanando y que tú lo dejas hacer...

Ahora observa como desde lo profundo de tu pecho, brota un rayo de luz de color rosa y esa energía comienza a conformar una pequeña esfera que va creciendo y creciendo lentamente….

Poco a poco esa esfera de amor te va envolviendo….

Ahora en tu mente aparece la imagen de una persona por la que sientes verdadero cariño…. observa, siéntelo. Siente su presencia en el interior de la esfera, obsérvala…., expande tu corazón hacia esa persona, la sintonizas en la energía de amor, la sientes envuelta en tu cariño y amor incondicional…. 
Tú no te engañas y sabes lo que no te gusta de esa persona, reconoces que también tiene defectos y comete errores, pero aun así merece todo tu amor…, deseas profundamente que sea feliz.... y desde lo más profundo le dices: “te abrazo, te deseo toda la felicidad del mundo, te amo”….

Hazle llegar tu amor… Sientes que está sucediendo de verdad, déjate fluir…. Ama y permanece así haciendo posible ese amor….

Ahora, se conforma en tu mente la imagen de una persona desconocida. Observa, siéntelo. En tu mente se conforma la imagen de alguien extraño para ti, alguien a quien quizás ves a menudo pero te resulta indiferente, deja que tu vibración amorosa abarque también a esa persona, sientes amor hacia ella….., deseas de corazón que sea feliz y sientes como desde lo más profundo le dices: “te abrazo, te deseo toda la felicidad del mundo, te amo” ….

Y ahora, recuerda a alguien con quien tienes conflicto, tu mente selecciona a esa persona….

La visualizas frente a ti, ahora siente como abres más tu corazón para incluir a esta persona incomoda en tu esfera amorosa, junto a las demás personas. Envuélvela en tu amor incondicional, acéptala profundamente y aunque no estés de acuerdo con alguna de sus manifestaciones, puedes reconocer su verdadera esencia por encima de vuestra relación… Comprendes sus particulares necesidades, incluso a veces puedes observar en sus ojos ese niño o esa niña interior, a veces asustada y le envías tu amor…. Le deseas que sea feliz, que encuentre su verdadera luz...

Siente como la arropas con un intenso amor y comprensión y le deseas también que encuentre paz consigo mismo…

Reconoces que tu percepción de enemistad es superficial y que su esencia verdadera es pura y luminosa, sus defectos e imperfecciones no la hacen menos merecedora de amor...
Por encima de todo, tu sabes que quiere vivir satisfecha exactamente como tú, deséale que lo consiga: Desde lo profundo le dices: “Te abrazo, te reconozco, deseo que seas feliz, deseo que reconozcas tu verdadero ser”….

Siente como hay amor en tu corazón, acaricia su ser con tu mente amorosa y observa que lo que no has sido capaz de amar en esa persona es precisamente lo mismo que no eres capaz de aceptar en ti….

Sientes lucidez y sientes que abres una parte más profunda de tu capacidad de comprender, de tu capacidad de amar…

Eres capaz de ponerte en el lugar de diferentes personas y observar tus procesos mentales. Tu mente es flexible y lúcida y sientes un gran amor y respeto hacia ti y hacia cualquier persona que llegue a tu consciencia: razas, culturas, seres de otros mundos… Hacia todas abres tu corazón y das tu amor y lucidez….

Y ahora para finalizar toma unas respiraciones profundas, vuelve al lugar donde te encuentras… mueve lentamente los dedos de tus manos y los dedos de tus pies y, poco a poco, abre tus ojos.

www.centroelim.org




sábado, 19 de enero de 2019

Matthieu Ricard, “el hombre más feliz del mundo”



EL MONJE BUDISTA DE ORIGEN FRANCÉS SE HA PUESTO A DISPOSICIÓN DE CIENTÍFICOS QUE BUSCAN DESCUBRIR LAS RAZONES DETRÁS DE SU FELICIDAD, MEDIANTE LA OBSERVACIÓN DE SU ACTIVIDAD CEREBRAL.

Matthieu Ricard parecía llevar la vida de un científico común, hasta que, después de presentar su tesis doctoral, el genetista decidió dejar la ciencia de lado para dedicarse de tiempo completo a la práctica del budismo tibetano. Tras mudarse a la India, Ricard se volvió un discípulo del venerado lama Dilgo Khyentse Rimpoche, guardián de un vasto conocimiento del budismo tibetano.

Después de la muerte de su maestro el monje francés decidió retomar la misión de su maestro e invitar a otros a “mejorarse a sí mismos para servir mejor a otros”, ya que este servicio es una expresión tangible del principio budista de generosidad y, de acuerdo a dichas enseñanzas, es una fuente de gozo inagotable.

Lo cual pareciera verdad cuando enfrentamos la capacidad de gozo que encarna Matthieu Ricard, quien se puso a la disposición de Richard Davidson, un neurocientífico de la Universidad de Wisconsin, para estudiar los efectos de la meditación en su cerebro.

Davidson colocó más de 200 sensores en el cráneo del monje como parte de un experimento con varios meditadores avanzados. Los resultados mostraron que cuando Ricard meditaba cultivando compasión, su cerebro producía niveles inauditos de ondas gama.

Dichas ondas están relacionadas con la memoria, atención, aprendizaje y conciencia y los niveles que el monje presentó no habían sido reportados con anterioridad dentro de la literatura neurocientífica.

Además, los resultados también mostraron una intensa actividad en la corteza prefrontal de sus cerebros. Según los investigadores, esto podría estar relacionado con una mayor capacidad para ser feliz debido a la reducción de la tendencia a la negatividad.

Por otro lado la compasión es uno de los principales ingredientes para la felicidad de Ricard. Después de estos estudios, se le empezó a llamar a Ricard "el hombre más feliz del mundo"


Estos son algunos consejos de Matthieu Ricard para aprender a meditar y practicar apropiadamente:


1. Una mente sana debe actuar como un espejo, las caras pueden reflejarse en el cristal pero ninguna de ellas se queda fija. Usa la misma técnica con tus pensamientos, déjalos pasar a través de tu mente pero no te obsesiones.

2. Es imposible evitar que los pensamientos surjan, pero concentrarse en un sonido particular o la respiración entrando y saliendo calma la mente y le da mayor claridad. Controlar la mente no se trata de reducir tu libertad, se trata de no ser esclavo de tus pensamientos. Piensa en ello como dirigir tu mente como un bote, en lugar de dejarlo a la deriva.

3. Practica la atención plena, pon atención a las sensaciones de tu respiración estando y saliendo. Si te das cuenta de que tu mente divaga, tráela de vuelta al concentrarte en tu respiración. Esto se conoce como conciencia plena. Puedes aplicarla a otras sensaciones para traerte al ahora en lugar de estar obsesionado con el pasado o el futuro. Puedes enfocarte entonces en el calor, el frío, o los sonidos que percibes.

4. Una vez que hayas adquirido cierta habilidad puedes utilizar eso para cultivar cualidades como la bondad o manejar emociones perturbadoras. Todos hemos sentido un amor que todo lo consume, aunque usualmente dura como 15 segundos, sin embargo puedes cultivar esta vívida sensación amorosa a través de concentrarte en ello durante la meditación.

5. Así como cuando se trata de tocar el piano, practicar durante 20 minutos tiene mucho más impacto a largo plazo que unos pocos segundos. También es importante una práctica regular.

6. Puedes usar la meditación para conquistar emociones negativas. Puedes contemplar tu experiencia como un fuego ardiendo. Si estás consciente de estar enojado, no estás enojado, estás consciente. Estar consciente de la ansiedad no es estar ansioso sino consciente. Si estás consciente de estas emociones dejarás de alimentar el fuego y éstas se apagarán.


http://pijamasurf.com/2016/09/6_consejos_de_matthieu_ricard_para_aprender_a_meditar_y_experimentar_un_gozo_inagotable/


viernes, 18 de enero de 2019

Psiconeuroinmunología y la Respuesta de Relajación


Pasos sencillos para que luego de una práctica continua cualquier persona pueda acceder al estado fisiológico de la Respuesta de Relajación.
La técnica ha sido desarrollada e investigada por el Dr. Herbert Benson quien sistematizó ejercicios de la Meditación Trascendental.

Consiste en un ejercicio combinado de relajación y meditación donde se obtiene una respuesta fisiológica saludable denominada Respuesta de Relajación opuesta a la del estrés.

Los efectos terapéuticos de la relajación se producen debido a que actúa a diferentes niveles psicofisiológicos y metabólicos, incluso a nivel del genoma.

Entre los cambios beneficiosos producidos cuando se accede al estado psicofisiológico de la Respuesta de la Relajación luego de una práctica sostenida se encuentran:

· Disminución de la activación del Sistema Simpático

· Disminución de la activación del Sistema Hipotálamo-Hipofisario-suprarrenal

· Disminución de la Presión Arterial

· Aumento de la capacidad Inmunológica

· Aumento del Oxido Nítrico

· Disminución de Citoquinas Proinflamatorias

· Disminución del metabolismo oxidativo

· Aumento de la actividad de la Telomerasa


Estos cambios se encuentran relacionados a un estado de salud y promoción de la longevidad.

Se han investigado los beneficios de la relajación en diferentes enfermedades médicas como: Hipertensión esencial, enfermedad coronaria, diabetes tipo II, asma, enfermedades autoinmunes, cáncer, HIV-SIDA, enfermedades gastrointestinales, alergias, infecciones y otras.


¿Cuáles son las metas al realizar la respuesta de relajación?


“Para muchos individuos, la práctica regular de realizar la respuesta e relajación está asociada a sentimientos de paz, energía, autoaceptación y mayor felicidad acerca de sí mismos"

"Algunos aprenden a sentirse menos preocupados acerca del pasado y el futuro, y a disfrutar el tiempo presente más intensamente"

"Aún más importante, realizar la respuesta de relajación puede reducir los síntomas físicos relacionados con el estrés y se asocia con los siguientes beneficios":

• Disminución de la ansiedad.

• Liberación de preocupaciones compulsivas, autocrítica y pensamientos negativos.

• Incremento en la concentración y la atención.

• Mejora del sueño.

• Mayor autoaceptación.

• Mejorar la ejecución y la eficacia.


"Recuerde mantener una actitud abierta y de aceptación. 
El aprender cualquier nueva destreza requiere paciencia y perseverancia.”




PASOS PARA OBTENER LA RESPUESTA DE RELAJACIÓN
(Dr. Herbert Benson, Instituto de Medicina Mente-Cuerpo – Harvard Medical School)


Paso 1: Escoja una palabra, frase, imagen u oración de enfoque. Quizás usted prefiera una palabra o frase neutral, tal como uno, paz o amor o una palabra o frase que parta de su sistema personal de creencias.

Paso 2: Siéntese tranquilamente en una posición cómoda.

Paso 3: Cierre los ojos.

Paso 4: Relaje los músculos, progresivamente desde los pies a la cabeza.

Paso 5: Respire lenta y naturalmente y, según lo haga, repita en silencio su palabra o frase de enfoque cuando exhale.

Paso 6: Adopte una actitud pasiva. No se preocupe de qué tan bien lo está haciendo. Cuando vengan otros pensamientos a su mente, simplemente regrese nuevamente a la repetición.

Paso 7: Continúe por diez o veinte minutos.

Paso 8: No se detenga inmediatamente, continúe sentado por un minuto, permitiendo que otros pensamientos vuelvan. Después abra los ojos y siéntese otro minuto antes de levantarse.

Paso 9: Practique la técnica una o dos veces al día. Los mejores momentos son antes del desayuno y antes de la cena.


Genomic Counter-Stress Changes Induced by the Relaxation Response. Benson y col.

Dr. Jorge Santiago

APPNIE (Asociación Peruana de Psiconeuroinmunoendocrinología)