¿QUÉ ES LA PSICONEUROENDOCRINOINMUNOLOGÍA (PNEI o PNIE)?



"Las personas deben empezar a darse cuenta en que extensión el cuerpo que le presentan a la medicina para diagnóstico y tratamiento, es un cuerpo con una profunda experiencia e inteligencia significativa, informado acerca de sí mismo y su ambiente, e influido por su propia sensibilidad y conciencia." George F. Solomon 


El sistema nervioso tiene la capacidad de regular casi todos los órganos y sistemas del organismo, incluyendo el cardiovascular, gastrointestinal y el sistema endocrino.

En contraste, se pensaba que el sistema inmunológico era relativamente autónomo y que se regulaba internamente por citoquinas producidas por las propias células inmunológicas.

Sin embargo, recientemente se han acumulado evidencias provenientes de diversos campos que demuestran que el sistema nervioso y el sistema inmune se pueden comunicar en una forma bidireccional (Solomon, 1968, Ader, 1975; Locke y col., 1984).

Más aún, se ha propuesto que esta comunicación puede ser esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmune y del propio sistema nervioso.
Marianella Castés Boscán

La Psiconeuroendocrinoinmunología (PNEI) es la ciencia transdisciplinaria que comprende el estudio científico de las interacciones y comunicación en la unidad mente, cuerpo y ambiente.
En la unidad mente-cuerpo, estudia las interrelaciones de los sistemas Nervioso, Inmune y Endocrino con el Psiquismo, y en conjunto, de este con todos los sistemas fisiológicos.

Respecto a la comunicación con el ambiente, estudia la interrelación con los contextos sociales, culturales y ecológicos en los cuales el individuo se desenvuelve (Ader).
También toma en cuenta los contenidos trascendentales del ser humano o espirituales (Duke University Symposium 1999) y como todas estas interacciones influyen en la salud.

Por su naturaleza la PNEI es una ciencia multidisciplinaria que se ha ido cimentando con los aportes de los campos como las neurociencias, psicología, inmunología, biología molecular, genética, anatomía, bioquímica, microbiología. microscopia electrónica, psiquiatría, endocrinología, oncología y todas las especialidades médicas. Incluyendo antropólogos, sociólogos, ecólogos, teólogos.

Gracias a este trabajo conjunto, se está conociendo cómo los factores psicológicos influyen en los estados de activación en las células desde sus niveles de:

- Regulación genética (Shaked 2008)
- Epigenética (Meaney 2010)
- Integridad de los cromosomas (Epel 2009)
- Comunicación intracelular e intercelular de los órganos y sistemas, así como su metabolismo y fisiología (Besedovky 2007)

Esto se da a traves de las vías Psico-Neuro-Inmuno-Endocrinas.

Los factores psicológicos influyen en un amplio rango que pueden ir desde la vulnerabilidad para enfermarse, hasta mejorar la capacidad natural que tienen el organismo de recuperarse de las enfermedades y mantenerse sano.

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La PNEI, se trata de una disciplina que ha comprobado científicamente que el Sistema Inmunológico está fuertemente conectado con el Sistema Endócrino, responsable de la producción de hormonas, lo cual implica que la alteración de uno de ellos, puede afectar la respuesta de los otros dos.

Estos tres sistemas se comunican entre si a través de un lenguaje bioquímico común y además, esta comunicación es multi-direccional, es decir, el Sistema Nervioso puede hablar con el Sistema Inmunológico y el Endocrino y estos pueden también enviar información al Sistema Nervioso Central (Castes, revisión tema: Ader, Felten y Cohen, 2001).

El lenguaje bioquímico es el envío de información a través de moléculas de la información: los neurotransmisores producidos por el cerebro, las hormonas por el Sistema Endócrino y las citoquinas por el Sistema Inmunológico.

En la interconexión de los Sistemas Nerviosos, Endocrino e Inmunológico, este último es el que está en la raíz de lo que llamamos salud y enfermedad, ya que nos protege de patógenos y células tumorales.

La PNEI nos ayuda a comprender como factores de orden psicosocial, estrés emocional y físico, así como los factores de comportamiento, todos ellos manejados por nuestra mente, pueden enviar información al sistema inmunológico, a través de neuropéptidos y neurotransmisores e influir en su funcionamiento, lo cual podría determinar el estado de salud o enfermedad de una persona (Candace Pert).

La Red Sistémica Psiconeuroendocrinoinmunológica, es una conceptualización sobre el funcionamiento integrado de los sistemas psíquico, nervioso, inmune y endocrino (Candace Pert), en la cual la modificación den cualquiera de sus componentes, va a producir modificaciones en el resto.

Las evidencias son de dos tipos:

a) evidencias directas que apoyan la interacción entre el sistema nervioso y el sistema inmune, de tipo anatómicas y fisiológicas y que indican una relación directa entre estos dos sistemas;

b) evidencias indirectas que demuestran que durante disturbios psicológicos, el sistema inmune se puede alterar, lo que puede influir en la resistencia a las enfermedades y el curso de las mismas.

Los aspectos clínicos de la PNEI van desde el entendimiento de los mecanismos biológicos bajo la influencia de factores psicosociales, hasta los aspectos biorregulatorios que incluyen la red compleja de interacciones generadas por los sistemas neuroendocrino e inmunológico, en el mantenimiento de la salud y en la lucha contra las enfermedades (Solomon, 1993, 1995).

Los componentes de la PNEI, son los neurotransmisores, las hormonas y las citoquinas, que actúan como moléculas mensajeras llevando información entre los sistemas nervioso, endócrino e inmune.

Esta nueva rama de la ciencia,  nos muestra que la mente y la actividad del cerebro es la primera línea que tiene el cuerpo para defenderse contra la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, y alinearse a favor de la salud y el bienestar. (Stella Maris Maruso)

Gracias a investigaciones recientes, no podemos negar la evidencia de las interacciones entre mente-cerebro-cuerpo, a nivel molecular, celular y del organismo, que pueden impactar sobre la salud y la calidad de vida de los individuos.

El Dr. Robert Ader, es considerado el padre de la PNEI, demostró que el sistema inmunológico podía condicionarse (1974), hasta ese momento, se creía que sólo el cerebro y el sistema nervioso central podían responder a la experiencia y cambiar su forma de comportarse.

Si se puede condicionar el sistema inmunológico, es porque se encuentra bajo el control de nuestro sistema nervioso, y éste, bajo el control de los pensamientos, y esto es una revolución en la medicina. Hasta ese momento los científicos no veían una conexión entre el sistema nervioso y el inmunológico.

Muchos investigadores, han descubierto que los mensajeros químicos que operan más ampliamente en el cerebro y en el sistema inmunológico, son aquellos que resultan más densos en aquellas zonas nerviosas que regulan la emoción, o sea que las emociones afectan al sistema inmune, algunas de las pruebas más evidentes las ofrece el Dr. Felten, colega de Robert Ader; en su trabajo junto con su esposa y otros colegas, detectó el punto de encuentro en donde el sistema nervioso autónomo se comunica en forma directa con los linfocitos y los macrófagos (células del sistema inmunológico).

En la observación microscópica electrónica, descubrieron contactos semejantes a sinapsis, en los que las terminales nerviosas del sistema autónomo se apoyan directamente en las células inmunológicas-
Este contacto físico, permite que las células nerviosas liberen neurotransmisores para regular las células inmunológicas, estas envían y reciben señales. Nadie había imaginado que las células inmunológicas podían ser blanco de los mensajes enviados desde los nervios.

Cada vez son más los investigadores que reconocen el papel de las emociones en la medicina.
La PNEI nos ayuda a entender mejor cómo se transforman las emociones en sustancias químicas, moléculas de información que influyen en el sistema inmunológico y en otros mecanismos de curación del cuerpo.

Algunos de los trabajos más interesantes en este campo, se deben a la doctora Candace Pert (ex Directora del Departamento de Bioquímica Cerebral del Instituto Nacional de Salud Mental de los EEUU). Fue una de las primeras en estudiar los neuropéptidos, receptores de mensajes químicos que intervienen en la comunicación de las emociones.



Esta neurocientífica, descubrió los receptores opiáceos en las neuronas. Esto demuestra una vez más la interconexión entre cuerpo y mente.


Estamos acostumbrados a ver sólo lo que entra en nuestro marco de creencias. La doctora Candace, nos habla de cómo muchas de las "curaciones milagrosas, o remisiones espontáneas" de cáncer y otras enfermedades, están influenciadas por el poder de la mente y las emociones, y lo prueba científicamente. Dice que las emociones funcionan como "quimio-taxis", recorriendo todo el cuerpo. El ser humano tiene infinitas posibilidades si "cree" en su inmenso poder. La mente puede crear nuestra propia realidad.



Fue por los años 80, la Dra.Candace Pert, liderando un grupo de investigadores, descubrió que, un grupo de moléculas llamadas péptidos (derivados proteínicos), son los mensajeros moleculares que facilitan la comunicación entre los sistemas nervioso, endócrino e inmunológico, es decir, que estos mensajeros, conectan tres sistemas diferentes en una misma red.

Hasta ese momento, se sabía que, cada uno de estos tres sistemas, cumplían funciones diferentes y funcionaban por separado.



El sistema nervioso, formado por el cerebro y una red de células nerviosas, la sede de la memoria y el pensamiento, de la sensibilidad corporal y de la emoción; el sistema endócrino, formado por las glándulas y sus secreciones hormonales, controla e integra diversas funciones corporales; y el sistema inmunológico, constituído por el bazo, la médula ósea, los ganglios linfáticos y células inmunológicas, es el sistema de defensa ddel cuerpo, se encarga de la integridad de las células, de los tejidos y órganos. Las investigaciones sobre péptidos, demuestran que estas separaciones conceptuales, no pueden seguirse manteniendo.



Los péptidos conforman una familia de entre 60 y 70 macromoléculas que tradicionalmente recibían diferentes nombres: hormonas, endorfinas, neurotransmisores, factores de crecimiento, etc. Actualmente, se considera que forman una sola familia de "mensajeros moleculares".

Estos mensajeros, son cadenas cortas de aminoácidos que se fijan a receptores específicos, situados en abundancia en la superficie de todas las células del cuerpo.






Al unir los tres sistemas en una misma red, los péptidos son mensajeros que circulando libremente por esta red, alcanzan todos los rincones del organismo.

De esta manera, se transforman en la manifestación bioquímica de la memoria, del pensamiento, de la sensibilidad corporal, de la emoción, de los niveles hormonales, de la capacidad de defensa y de la integridad de las células, tejidos y órganos.



Todas las partes del cuerpo y de la mente "saben" lo que está pasando en todas las demás partes del cuerpo y de la mente.

Estamos ante un sistema de información integrado.

Ampliando el concepto y la función de los péptidos, se descubrió que las hormonas, que supuestamente eran producidas exclusivamente por las glándulas, son péptidos que también se producen y almacenan en el cerebro; se descubrió, que las endorfinas (un tipo de nueurotarasmisores, que producen bienestar, felicidad), que se creía que sólo eran producidas en el cerebro, son péptidos que también son fabricados por las células inmunológicas; y, al seguir investigando, identificaron más receptores de péptidos y se descubrió que, prácticamente cualquier péptido conocido es producido en el cerebro y en varias partes del cuerpo simultáneamente.


La Dra. Candace Pert, expresa:

"Ya no puedo hacer una distinción tajante entre el cerebro y el cuerpo."




Los péptidos del sistema nervioso, no sólo son producidos por las neuronas, y son fundamentales para las comunicaciones de todo el sistema nervioso, sino que, al fijarse en receptores que están alejados de las neuronas que los originaron, están también en otras partes del cuerpo.
En el sistema inmunológico, los glóbulos blancos, no sólo tienen receptores para todos los péptidos, sino que ellos mismos fabrican péptidos. Los péptidos controlan el patrón de migración de las células del sistema inmunitario y también todas sus funciones vitales. 
Los leucocitos (glóbulos blancos), son células móviles, con lo cual, pueden salir de los capilares introduciéndose en los espacios intercelulares de la pared y emigrar mediante movimientos ameboideos hacia cualquier partícula extraña que se encuentre invadiendo los tejidos. Así que, además de ser tansportados por la sangre llegando a cualquier parte del organismo, también se escapan de la sangre y se cuelan por los espacios intersticiales donde se bañan las células. 


Moléculas de emoción


Otro descubrimiento importantísimo, es que los péptidos son la manifestación bioquímica de las emociones. Los péptidos alteran la conducta y los estados de ánimo, así, cada péptido puede evocar un estado emocional único.

El descubrimiento de esta red psicosomática, nos indica que, el sistema nervioso no está estructurado jerárquicamente, como se creía. La Dra. Candace dice "Los glóbulos blancos son pedazos de cerebro flotando a lo largo del cuerpo". Con esto vemos que la cognición se extiende a lo largo del organismo y opera por una red de péptidos que integra las actividades mentales, emocionales y biológicas.



La Dra. Candace cree que la felicidad, no es un estado reactivo, sino que es un estado endógeno y que lo experimentamos cuando los neuropéptidos y sus receptores están abiertos y fluyendo libremente por la red psicosomática, integrando y coordinando nuestros sistemas, órganos y células.


El hipotálamo es como una minifábrica, donde se producen químicos que se corresponden con las distintas emociones que sentimos. Cuando pensamos o interpretamos algo, el hipotálamo libera al torrente sanguíneo, el péptido que corresponde al estado emocional y como vimos, al saber que cada célula tiene receptores en su superficie que están abiertos a la recepción de estos neuropéptidos, no cabe duda que nuestros estados emocionales afectan la totalidad del organismo.



Las emociones producen péptidos o moléculas de emoción que se concatenan con los receptores de las células, al repetir las mismas situaciones que desencadenan las mismas emociones, el receptor se convierte en adicto a esa emoción (lo mismo ocurre con la adicción a las drogas); esto explica el porqué nos cuesta tanto cambiar y crear ciertas respuestas emocionales.

Debido a esta inconsciente adicción a los distintos sentimientos, las emociones "condenan" a una persona a repetir comportamientos, desarrollando una adicción a la combinación de sustancias químicas que son propias para cada sentimiento que inunda el cerebro con cierta frecuencia. Somos adictos al temor, a la ira, a la depresión, etc.



La buena noticia, es que esto se puede cambiar.




www.centroelim.org





La Psiconeuroinmunología abarca 4 áreas de investigación



1) El estudio de las interrelaciones Psico-neuro-inmuno-endocrinas.



2) Estudio epidemiológico de la relación entre el estrés crónico, ansiedad, depresión o estados y rasgos emocionales como el miedo, la cólera, tristeza, vergüenza y con las enfermedades y alteraciones inmunológicas.

3) Estudio de los factores psicológicos asociados a la salud: emociones como la alegría, felicidad, amor, estilos de pensamiento optimistas, cogniciones como la fe y la esperanza, conductas como el altruismo, espiritualidad, conductas resilientes, el apoyo social, el humor, afrontamiento positivo al estrés.

4) Estudios sobre intervención en prevención y como terapias de apoyo en enfermedades.




Dr. Jorge Santiago




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