miércoles, 29 de abril de 2020

Cómo se procesan los estímulos


Todo lo que aprendemos y percibimos mediante los estímulos, tanto del mundo interior, como del exterior, llega a través de los sentidos y es procesado, almacenado y activado a través de una serie de eventos eléctricos y químicos. 

Sin embargo el cerebro no está equipado para procesar los millones de bits de información sensorial que lo bombardean por segundo. 

Entonces el cerebro para conservar su equilibrio homeostático intentará asegurar su supervivencia, para ello, cuenta con un filtro de información llamado: SARA 

El SARA (Sistema Activador Reticular Ascendente) recibe información de las terminaciones nerviosas sensoriales de los brazos, piernas, cabeza, cuello, órganos internos, etc. 

Estos mensajes de los sentidos deben pasar a través del SARA para poder entrar en el cerebro racional (neocórtex) o para ser enviados directamente a los centros de respuesta automática (complejo Reptil-Límbico). 


La información recogida de los estímulos sensoriales, puede hacer dos caminos: 

uno corto (que activa y asegura la supervivencia y, que eventualmente bloquea la posibilidad del ingreso de nuevos conocimientos (ej. por frustración) ó 

uno largo (fija los aprendizajes en la memoria). 


Si la evaluación emocional (amígdala) es neutra o no alcanza niveles muy elevados, se puede activar el camino largo, entonces la información pasará del Tálamo a la corteza para realizar la evaluación completa con los lóbulos Prefrontales. Tiempo 500 mili segundos. 



¿Cuál es el motivo por el cual los impulsos nerviosos pasan directamente a la Amígdala en lugar de pasar primero por la Neocorteza Cerebral? 

La explicación es sencilla: 

―Existe un pequeño conjunto de neuronas que unen directamente al Tálamo con la Amígdala, lo que le permite a la segunda recibir algunas entradas directas de los sentidos y es cuando la Amígdala hace que reaccionemos antes de que podamos identificar bien lo que está pasando; por lo tanto aunque no tuviéramos corteza auditiva o visual, es probable que siguiéramos reaccionando ante situaciones que nos causen temor‖. 

El famoso contar hasta 10: 

De este modo daremos tiempo a que la información atraviese el modo supervivencia, para poder ser evaluada por nuestra Neocorteza, a través de nuestros Lóbulos Prefrontales. 



La importancia de la auto-modelación 

Smettere di lottare contro ciò che ferisce è un'astuzia, non un ...

Las neurociencias nos hablan de la auto-modelación del estado emocional. 

Se trata de elaborar estrategias de auto-observación, desarrollando y trabajando funciones ejecutivas sumamente importantes como: 

 Atención 

 Auto-observación 

 Habilidad para reconocer las propias emociones, ser conscientes de ellas (para esto, se necesita de las dos anteriores). 


Al auto-observarse, se lleva la atención hacia las propias emociones que cada estímulo despierta (Lóbulos Frontales), y al ser conscientes de ellas, se puede decidir las respuestas más saludables para nuestra: 

Unidad  Cuerpo - Cerebro - Mente. 

A esto se le llama Inteligencia Emocional, evitando así el  "rapto emocional" que se produce cuando el estímulo supera las capacidades adaptativas del complejo reptil-límbico, anulando o inhibiendo las respuestas del Neocórtex y actuando de modo supervivencia. 


“La capacidad de crear estados emocionales constructivos 
es uno de los pilares de una vida feliz y trascendente”. 


“La expresión de las emociones, se basan en reacciones neurovegetativas, las que son, en parte innatas, hereditarias, y típicas de la especie, y en parte adquiridas durante etapas tempranas, a partir del primer contacto del niño con sus padres y el ambiente que lo circunda, es a través de este proceso que se produce la particularización de las respuestas emocionales, y como consecuencia,  el tipo de patología que puede desencadenarse”. (Daniel Cardinali) 


Por lo que toda vez que experimentamos sensaciones de dolor o placer, el cerebro límbico buscará la causa que lo ha producido, asociándolo con el registro que se encuentra almacenado en su estructura, si esta sensación es nueva lo registrará para facilitar nuevas respuestas futuras, creando "neurofusiones". 

A este proceso de lo denomina Neuroplasticidad o Plasticidad Neuronal

“Todo lo que nos define como ser humano:  nuestra forma de ser, sentimientos, emociones, motivaciones, anhelos, valores, aptitudes, etc., se ha ido esculpiendo en una inmensa telaraña formada por la asombrosa cantidad de 100.000 millones de células cerebrales, denominadas neuronas, a su vez, cada una de ellas, tiene la capacidad de conectarse con otras 10.000 de sus compañeras, construyendo un total de 1.000 billones de posibles conexiones neurales" (engramas neuronales) 

Cada uno de estos lugares de encuentro, en el que dos neuronas se conectan, es conocido con el nombre científico de sinapsis



Neuroplasticidad 

Biologia de Cambio | Neuroplasticidad. Concepto y tipos.

Un estímulo inicial excita a la neurona, esta neurona luego excita a la segunda, y estas a otras, para ir formando una red. Finalmente las neuronas quedarán fuertemente conectadas.  

Para que la neuro-modelación sea posible, también debe producirse el fenómeno inverso, o sea, que cuando una red hebbiana no se utilice con frecuencia, se debilite; veamos cómo ocurre: 

  En la depresión a largo plazo, esto es lo que sucede: las neuronas comienzan a perder suavemente su conexión en forma progresiva hasta desconectarse (Esto explica por qué olvidamos por ej. conocimientos adquiridos para un exámen).
 

La red neuronal que se usa, se conserva, cuanto más se repite, se fortalece;
 la que no se usa se debilita, se pierde. 


Las neurofusiones dolorosas se producen con mayor rapidez e intensidad que las placenteras: el aprendizaje emocional genera neurofusiones

De aquí la importancia de trabajar la auto - modelación emocional, de modo de ejercer un autoanálisis e influir, sobre aquellas emociones que activen el modo supervivencia en forma negativa, y activar aquellas que generan sensaciones placenteras. 


Los recuerdos están codificados por modificaciones estructurales en la fuerza sináptica (las neuronas se agrupan y forman la memoria) todo evento repetitivo genera formaciones neurosinápticas. 


"Las emociones se manifiestan por un programa de respuestas que se encuentran en la memoria emocional, éste está condicionado por el temperamento, más la información transmitida en la memoria genética (reptil- la cual perdura y es estable), la biografía personal (cerebro límbico- dimensión gravitacional de las experiencias vividas), y por las posibilidades de regulación de las mismas a través de los lóbulos pre frontales (inteligencia emocional)."
Dr. Hugo Marietan, Psiquiatra.


Como vemos, resulta imposible dimensionar una emoción, dado que lo que cada quién interpreta de su realidad y de determinada circunstancia, depende de lo que alberga en su memoria emocional conforme las circunstancias que la han moldeado. 

O sea que, las emociones son estados afectivos configurados por la propia biografía, las mismas, ocasionan determinadas respuestas fisiológicas, neuroeléctricas, neuroendócrinas, etc.; y responden a un determinado "acontecer psíquico", resultante de vivencias y acontecimientos que han dejado su huella en la memoria emocional. 

Estas impregnaciones, condicionan los distintos tipos de percepciones, motivaciones y conductas, etc. 

El sistema límbico, es el asiento de las respuestas afectivas,  es el centro de la emotividad donde son procesadas y almacenadas  las distintas respuestas afectivas y donde se registran 
las alegrías, penas, miedos, amarguras, angustia, etc. 

Un determinado estado emocional negativo, perdurable en el tiempo, muy posiblemente, desencadene un cuadro de estrés, o un estado de ansiedad crónico; por lo que nuestro organismo activará en forma sistemática el modo supervivencia, sobre activando el Sistema Límbico y el Reptil. 

Esto ocasionará un desbalance pudiendo dar lugar a: depresión, ansiedad, angustia, fobias, ataques de pánico, inseguridad, miedos, irritabilidad, ira, hipersensibilidad, un estado alerta, etc., también respuestas físicas como taquicardia, hipertensión, falta de aire, disnea, cambios en la temperatura corporal, músculos tensionados, problemas digestivos, dolores abdominales, mareos, sensaciones de ahogo, etc. 

Todo ello, inhibirá nuestras capacidades del Neocórtex-Lóbulos Prefrontales, ocasionando, fallas en la atención, pérdida de memoria, falta de control, etc.




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Estrés y enfermedad


Los antidepresivos reducen el estrés inducido por enfermedades ...


Las hormonas del estrés se elevan cuando la persona es incapaz de apagar su respuesta ante el estrés, esta será buena si se la experimenta durante poco tiempo. La respuesta crónica será negativa para el organismo a largo plazo. 

En la década del 1920, el Dr. Walter Cannon, (fisiólogo norteamericano) fue el primero en descubrir lo que llamo la respuesta de pelea o huida como parte de la reacción ante el estrés. En 1936, escribió un artículo titulado “El rol de la emoción en la enfermedad”, que publico en revistas de medicina interna, donde enunciaba que cuando una persona se veía bajo un ataque extremo, el miedo que se producía en respuesta a dicha percepción, podía producir cambios fisiológicos significativos en el cuerpo. 

El miedo intenso produce una señal de que el cuerpo necesita defenderse o escapar, un conjunto integral de respuestas físicas que involucra principalmente la epinefrina y la norepinefrina, estas dos hormonas, tienen un efecto dramático durante periodos de estrés intenso. 

Cuando ocurre un evento estresante, el cerebro percibe el estrés y responde haciendo que se liberen hormonas especificas del hipotálamo, la glándula hipófisis o pituitaria y la glándula suprarrenal. La respuesta al estrés, hace también que las glándulas adrenales liberen epinefrina (también llamada adrenalina). 

Los nervios simpáticos que están ubicados en todo el cuerpo, aun en nuestros órganos y tejidos, cuando se estimulan, liberan más epinefrina, el ritmo cardiaco aumenta, también se estimula el colon (lo que puede producir diarrea), se produce sudoración, se dilatan os tubos bronquiales para permitir el acceso adicional de oxígeno, además de otras reacciones.. las hormonas trabajan en un equilibrio muy preciso, la cantidad adecuada de cualquier hormona, produce resultados positivos. 
Sin embargo, si hay demasiado o poca cantidad de una hormona en particular, los resultados pueden ser negativos para el organismo. 

Uno de los primeros investigadores en vincular el estrés emocional con la enfermedad, fue el Dr. Hans Selye (endocrinólogo canadiense). El estableció que el miedo, la ira y otras emociones estresantes, hacían que las glándulas adrenales se agrandaran mediante la sobre estimulación de glándula pituitaria. 

O sea que, demasiado estrés hace que esta glándula fabrique una sobreproducción de hormonas. La sobreproducción de adrenalina durante momentos de alto estrés, puede hacer que el cuerpo realice esfuerzos asombrosos. La adrenalina es una hormona del estrés que produce una excitación tan poderosa como la de cualquier droga exógena. 

Con altos niveles de adrenalina, la persona puede sentirse grandiosa. Quien tiene adrenalina recorriendo su cuerpo, tiene gran vitalidad, no necesita tanto sueño y suele sentir gran excitación por la vida en general. 

La adrenalina tiene efectos físicos de largo alcance, hace que el cerebro se concentre, agudiza la visión y contrae los músculos en preparación para la pelea o huida, también aumenta la presión sanguínea y el ritmo cardíaco al contraer los vasos sanguíneos. 
Cuando la adrenalina empieza a fluir por el cuerpo, la digestión se interrumpe porque el flujo de sangre se desvía del tracto digestivo hacia los músculos, que es donde se necesita. 

Cuando el estrés se activa por un periodo de tiempo breve y determinado, un poco de adrenalina es beneficioso y no es dañino para el organismo. 
Por ej. si una persona es atacada por un perro o por otra persona, el cuerpo reaccionara ante el estrés percibido, ante el peligro, bombeando una cantidad de adrenalina y cortisol al sistema que le permitirá salir corriendo o defenderse. Una vez pasada la situación estresante, seguirá una sensación de fatiga y necesidad de descanso para reponer las energías perdidas. 

Es importante saber que nuestro cuerpo percibe toda situación de tensión, desde una pelea matrimonial, o la discusión con un hijo, o alguien que se cruza indebidamente en el medio del tráfico, etc., estas situaciones requieren de una sobreproducción de adrenalina y cortisol. El cuerpo no diferencia las causas, solo percibe el peligro o la dificultad y responde inmediatamente. 

En condiciones normales, este ciclo de adrenalina, cortisol, fatiga y descanso como respuesta, suele ser inocuo para el cuerpo y se activa como supervivencia, o sea para salvarnos la vida (al darle la capacidad de pelear o huir del peligro.) 

El estrés a largo plazo, sin embargo, puede hacer que estas hormonas se bombeen en el sistema casi constantemente, por ej. si vives durante años en estado de ira no resuelta contra tu cónyuge, hijos, o muchos años trabajando bajo un jefe o un sistema que te hace sentir impotente y abusado, quizá vives continuamente con sensación de enojo o peligro y el flujo de la adrenalina puede volverse excesivo. 

Estrés crónico: reclamos, exigencias, rutinas, tensión, angustia, preocupación por el futuro, frustración, ansiedad, falta de descanso, miedo, insomnio, aislamiento. 

Este estrés emocional de largo plazo, hace que continuamente fluyan hormonas de adrenalina y cortisol en el torrente sanguíneo, teniendo esto efectos muy dañinos en el organismo. 

Los niveles elevados y prolongados de adrenalina, producen aumento del ritmo cardíaco y presión sanguínea, al punto que estos síntomas se vuelven la norma. Con el tiempo pueden causar la elevación de los triglicéridos (grasas en sangre), la elevación del azúcar en sangre y que la sangre se coagule más rápido (dando lugar a contribuir a la formación de placas de arteroma), además de hacer que la tiroides este sobre estimulada y que el cuerpo produzca más colesterol. Todos estos efectos son muy nocivos en el tiempo para el organismo. 

El nivel elevado de cortisol puede producir un aumento de peso, que los huesos pierdan calcio, magnesio y el potasio, haciendo que se pierda densidad ósea. Además el cuerpo también puede retener sodio (sal), aumentando la tensión arterial. 

Si no se controla la liberación constante de estas hormonas del estrés (adrenalina y cortisol), el cuerpo se va desgastando aceleradamente, aunque haya pasado unas horas del incidente, la química hormonal alta puede continuar en el cuerpo afectándolo negativamente. El estado de ansiedad se hace cargo de nuestras vidas. 

Cuando el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal entra en acción preparando el cuerpo para una crisis, perdemos la habilidad de pensar mejor; cuanta más presión, más disminuye nuestra capacidad para razonar, pensar con claridad, aprender, funcionar de manera creativa, disminuye la memoria, la concentración, la capacidad e planificar y organizar con eficacia, creamos lo que los neurocientíficos llaman una ―disfunción cognitiva-. Si esto persiste, el cuerpo se daña a sí mismo. 

Las reacciones ante el estrés, es la manera en que nuestro cuerpo procesa y libera tanto las emociones como los elementos físicos negativos que vivimos a lo largo de la vida. Los neurocientíficos, comienzan a conocer las bases biológicas de las emociones, y su relación con la razón y con la conducta humana. Abordaremos este tema en el apartado de Psiconeuroendocrinmunología. 

El cuerpo es inseparable de la mente. Todo lo que hacemos como lo que pensamos y sentimos, tienen consecuencias físicas. Son nuestras creencias las que controlan nuestro cuerpo, nuestra mente y por lo tanto, nuestra vida. 



Si quieres aprender mas sobre la comunicación cuerpo-mente:



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Relajación a través de la respiración

Campo de flores cosmos | Foto Premium

La ansiedad propicia una respiración forzada y acelerada, lo que conlleva una expulsión excesiva de dióxido de carbono, que a su vez, provoca una serie de síntomas físicos como pueden ser mareos, alteraciones visuales, calambres, dolores de cabeza, palpitaciones, sudor frío, sensación de hormigueo en manos y pies y una sensación de malestar general y de incomodidad. 

Por su parte, la práctica de una respiración lenta y profunda, favorece la disminución de la ansiedad y la recuperación de la sensación de calma y de tranquilidad. Al mismo tiempo, al controlar la respiración, se refuerza el sistema pulmonar, se mejoran las funciones cardíacas y se controla la tensión arterial. 

Por lo tanto, aprender a respirar de una forma adecuada, es una técnica tremendamente útil para reducir y afrontar de manera eficaz la ansiedad crónica. 

Todas las técnicas de relajación otorgan una importancia primordial a la respiración, recalcando la necesidad de que tomemos conciencia de asumir un nuevo aprendizaje de nuestra respiración consciente. 

A este respecto, ya las culturas orientales, consideraban a la respiración como la primera forma auténtica, propia y económica que poseía cada individuo para utilizar como recurso o estrategia a la hora de lograr una unión equilibrada entre la mente y el cuerpo, ya que generar y mantener un ritmo de respiración acompasado, es fuente de bienestar y distensión, pues respirar de forma adecuada calma y relaja la mente y el cuerpo. 

Por lo tanto, aprender una técnica de respiración adecuada, te ayudará a mejorar y a mantener un buen estado de salud tanto física como mental, mejorando la calidad de vida y el bienestar. 

De hecho, infinidad de investigaciones han puesto de manifiesto en los últimos años, que una adecuada respiración es la base para un óptimo estado de salud. Es por ello, que aprender a respirar de forma adecuada, nos proporcionará una placentera sensación de calma, la Relajación Física y Serenidad Mental, al tiempo que mejorará nuestro estado de ánimo y nos generará una poderosa fuente de energía y vitalidad. 

Aprender a respirar correctamente y aprender al mismo tiempo a saber utilizar el poder de nuestros pensamientos en nuestro propio beneficio, son las actividades más importantes que puede aprender un ser humano. 

Cuando aprendemos a respirar de forma correcta y adecuada, conseguimos un mayor aporte de oxígeno a la sangre y reducimos el esfuerzo que nuestro corazón debe de realizar. Esto producirá, al mismo tiempo, una disminución de la sensación de ansiedad y el establecimiento de una sensación de bienestar y de tranquilidad altamente beneficiosa para el organismo y para la mente. 

Los niveles elevados de tensión y ansiedad, son fácilmente perceptibles e identificables a través del proceso respiratorio, mostrándose a través de una respiración entrecortada, de inspiraciones cortas, de una exhalación bloqueada, de la sensación de opresión y ahogo, así como de nudo y vacío en el estómago, que son todos indicadores que muestran la alteración del ritmo y calidad del proceso respiratorio. 

Cuando sucede algo imprevisto y que está fuera de nuestro control, nos sentimos nerviosos de forma inmediata, con miedo y con angustia. Sin que seamos conscientes de ello, el proceso de respiración responde a este hecho de forma independiente y automática, haciendo que el ritmo respiratorio se entrecorte y agite produciendo sensación de ahogo y asfixia. 

Generalmente, no percibimos esta alteración, pero podemos ser conscientes de lo que está ocurriendo apoyando la palma de una mano sobre la zona torácica y la otra sobre el abdomen, comprobando de este modo, como la respiración queda contenida y atrapada en la parte superior (parte torácica), no quedándole fuerzas para llevar oxígeno hasta la parte baja del estómago (parte abdominal). 

De hecho, nuestros hábitos de respiración suelen ser totalmente inadecuados, ya que solamente solemos utilizar la parte superior de los pulmones y no solemos utilizar el diafragma (la parte inferior), por lo que nuestra respiración suele ser incompleta y deficitaria, lo que provoca un mayor trabajo para el sistema cardiovascular, ya que el aporte de oxígeno que recibe es insuficiente. 

Esta forma de respiración anómala y deficiente, suele provocar fatiga, ansiedad y depresión, ya que hay una menor oxigenación de los tejidos y una mayor intoxicación general de todo el organismo. 

Por lo tanto, los ejercicios de respiración consciente, tienen una importante utilidad a la hora de favorecer la respiración relajada, plena y rítmica y para identificar la percepción diferenciada entre una respiración intensa y una respiración relajada, al tiempo que se obtiene una mejor oxigenación de todo el organismo. 

Es importante practicar las técnicas de respiración varias veces al día, cuantas más mejor, durante aproximadamente 5 minutos cada vez y en las más variadas situaciones para generalizar su aprendizaje y utilización . 


Todo lo que puede mejorar tu forma de respirar la salud física y ...


1. Respiración profunda o abdominal 

Se trata de un ejercicio muy sencillo para relajarse tanto física como mentalmente. Para ello, se deben seguir las siguientes indicaciones: 

- En primer lugar, sentarse o tumbarse cómodamente, colocar la mano izquierda sobre el abdomen y la derecha encima de la izquierda. 

- Imaginar una bolsa vacía dentro del abdomen, debajo de donde se apoyan las manos. Comenzar a respirar y notar como se va llenando de aire. Inspirar durante 3-5 segundos. 

- Mantener la respiración. Repetirse mentalmente la siguiente frase “Mi cuerpo está relajado”. 

- Expulsar el aire despacio al tiempo que se repiten palabras que inspiren sentimientos de relajación (paz, tranquilidad, calma relax, etc.). 

- Repetir el proceso unas 15-20 veces cada vez, unas 4-5 veces al día. 

- También puedes intentar hacer una nube con todos tus pensamientos negativos y eliminarlos al expulsar el aire. 



2. Técnica de respiración 2 a 1 

Consiste en que espiremos el aire el doble de tiempo de lo que lo hemos inspirado. 

(inspirar 3-4 segundos, expirar 6-8). 



3. Respiración completa 

Es la más utilizada y la más recomendada, se compone de los siguientes pasos: 

- En primer lugar debes adoptar una postura donde te encuentres lo más cómodo posible. 

- Toma aire por la nariz durante 4-5 segundos y trata de dirigirlo hacia el abdomen (parte inferior de los pulmones). Mantén el aire allí unos 2-3 segundos y expúlsalo por la nariz de forma lenta y suave. 

Repite este proceso unas 4-5 veces. 

- Toma aire por la nariz durante 4-5 segundos y trata ahora de llenar la parte media de los pulmones. Mantén el aire allí unos 2-3 segundos y expúlsalo por la nariz de forma lenta y suave. 

Repite este proceso 4-5 veces. 

- Toma aire por la nariz durante 4-5 segundos y dirígelo hacia la parte superior de los pulmones. Mantén el aire durante 2-3 segundos y expúlsalo por la nariz de forma lenta y suave. 

Repite este proceso 4-5 veces. 

- Toma aire por la nariz durante 4-5 segundos y trata ahora de llenar en primer lugar el abdomen y posteriormente la parte media de los pulmones. Mantén el aire allí unos 2-3 segundos y expúlsalo por la nariz de forma lenta y suave. 

Repite este proceso 4-5 veces. 

- Toma aire por la nariz durante 5-6 segundos y dirígelo primero al abdomen, luego llena la parte media de los pulmones y finalmente la parte superior de los mismos. Mantén el aire durante 2-3 segundos y expúlsalo por la nariz de forma lenta y suave. 

Repite este proceso 4- 5 veces. 

- Una vez que seas capaz de realizar esta respiración completa, solamente hace falta que realices el paso anterior, sin tener que realizar los pasos previos. 



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domingo, 5 de abril de 2020

Neuroinmunomodulación



COMUNICACIÓN Y REGULACIÓN RECÍPROCA ENTRE EL CEREBRO Y EL SISTEMA INMUNE 

El fundamento principal de la Psiconeuroinmunología es la interrelación e integración funcional que existe entre el Sistema Nervioso y el Sistema Inmune. 

Estos sistemas mantienen un “diálogo continuo”, que en general no lo percibimos conscientemente, pero que es esencial para nuestra supervivencia. Para que esto sea posible, las células inmunes deben poseer receptores para los neurotransmisores y las neuronas receptores para las citoquinas inmunológicas. 

Ambos son sistemas cognitivos interactivos y ajustan su sensibilidad a las interacciones con el entorno, el cual al ser reconocido activa y desencadena procesos de acción que no estaban predeterminados, sino que dependen de la interacción momento a momento que se produce con el entorno ajustando su respuesta a las variaciones de este. 

Por esta razón ambos sistemas presentan una gran plasticidad o variabilidad de actuación que no está predeterminada genéticamente. 

Asimismo el Sistema Inmune es considerado un sistema sensorial y un sistema neuroendocrino circulante “El cerebro líquido” 

Ambos sistemas también tienen en común el poseer memoria de largo plazo. 


LA INFORMACIÓN INMUNOLÓGICA TAMBIÉN SE CODIFICA COMO INFORMACIÓN NEURAL 

El cerebro recibe las señales del sistema inmunológico transmitidas principalmente a través del nervio vago, también llamado neumogástrico (X Par craneal). 

En este proceso las señales inmunológicas son transducidas en señales neurales que se propagan como potenciales de acción por vía axonal y dendrítica transmitiéndose neuronalmente a través de las sinapsis. 

Estableciéndose en redes neuronales de activación y de memoria. La señal inmunológica queda codificada entonces, como información neurológica. 

Las señales inmunológicas que llegan al cerebro le informan que tipo de antígeno se trata, su origen (bacteriano, viral, injerto o transplante, e inclusive antígeno tumoral), así también le informa como se está desarrollando la respuesta inmune, su magnitud y duración. 

El sistema nervioso integra la información inmunológica al procesamiento de las cogniciones, emociones y conducta. 

El sistema nervioso integra esta información en redes neuronales en la corteza cerebral a nivel prefrontal, parieto-temporo-occipital y límbica, la ínsula, giro cingulado, el hipocampo, la amígdala, el hipotálamo en sus distintos núcleos, el tronco cerebral, el cerebelo, cada una de estas localizaciones con diferente nivel de complejidad de procesamiento y selectividad para las diferentes poblaciones inmunológicas. 

Las señales inmunológicas que son convertidas en señales neurales, son señales de identidad biológica, nuestro Yo Biológico. 

El Sistema Inmune en un proceso continuo, reconoce la identidad de cada una de nuestras células y reconoce cuando esta identidad se encuentra en presencia de una identidad no propia. 

Si la señal inmune se encuentra codificada como señal neural en el cerebro, podemos llegar a la conclusión que permanentemente el sistema inmune ha estado informando sobre nuestra “historia de eventos inmunológicos” al cerebro y esta información se encuentra codificada en redes neurales de memoria de largo plazo las cuales sirven para que el cerebro pueda confrontar los nuevos desafíos antigénicos con los antiguos y actuar en consecuencia con mayor velocidad y efectividad. 

En un proceso continuo el Sistema Nervioso Central recibe información de la inmunidad, la procesa y envía la respuesta al sistema inmune modulando su actividad. 


Codificada en redes neuronales, la información inmunológica es integrada a los eventos de procesamiento psicológico que se producen en el cerebro, tanto en lo cognitivo, como en lo emocional y conductual. 



En los procesos de pensamiento y de imaginación el cerebro dispone de la información inmunológica. 

Cuando hablamos de identidad psíquica o de nuestro Yo Psíquico, al tener también un sustrato neurológico, se encuentra codificada en redes neuronales. 

Creencias, valores, identidad cultural y social, historia personal, toda esta información es procesada por el mismo tipo de vías neuronales que procesan información inmunológica. 


Animasyon Filmi Tadındaki Anlatımıyla Vücudumuzun Savunma ...


INTEGRACIÓN   PSICOINMUNOLÓGICA 

Llegado a este punto podemos entender que nuestro Yo Biológico (Lo propio biológico) y nuestro Yo Psíquico (Lo propio psíquico) se encuentran codificados en el mismo sistema de información en redes neuronales y que el cerebro se encarga de fusionar y de integrar esta información en una Unidad Psicobiológica o Unidad Mente-Cuerpo. 


A partir de esta comprensión podremos explicar cómo los pensamientos y las emociones influyen en la inmunidad.

 Y como los eventos inmunológicos influyen en la cognición, conductas y emociones. 

Podremos comprender como los eventos procesados en nuestro cerebro tienen su correspondiente correlato en el funcionamiento inmunológico y esto es recíproco respecto a cómo la inmunidad influye en los eventos neurológicos y psicológicos. 

Visto que el sentido teleológico de la Psiconeuroinmunomodulación es el de la integración mente-cuerpo, en el cual en los procesos de pensamiento, imaginación y emociones el cerebro dispone de la información inmunológica. 

De modo similar a los sistemas sensoriales, el Sistema Inmune posee receptores, vías aferentes neuronales, procesamiento en redes corticales y subcorticales y señales eferentes de regulación. 

Nuestras creencias, valores, identidad cultural y social, historia personal, toda esta información es procesada por el mismo tipo de sistemas neuronales que procesan la información inmunológica. 

En esta forma de ver la relación psicoinmunológica, las conductas psicosociales van directa e íntimamente ligadas a las conductas celulares inmunológicas, las cuales resultan ser conductas citosociales y citoculturales. 

La cognición, emociones y conductas sociales del individuo tienen una expresión funcional en su sistema inmunológico. 


A partir de esta comprensión se puede entender cómo los pensamientos y las emociones influyen en la inmunidad. Y como los eventos inmunológicos influyen en la cognición, conductas y emociones. 


Como ser uma pessoa melhor, mais feliz e saudável? - Silvia Bodo ...


Algunos ejemplos que pueden ser explicados por la integración Neuroinmune: 

 Una persona que tiene deseos de desaparecer, baja autoestima, auto-odio, de pronto desarrolla una enfermedad autoinmune. 

 Persona con cáncer con una fe intensa en su recuperación, presenta remisión espontánea. 

 Persona infectada con VIH con esperanza, actitudes positivas, participa en grupos de ayuda mutua, realiza acciones altruistas, presenta larga sobrevida. 

 Persona con cáncer que comienza a realizar ejercicios de visualización de su sistema inmune donde imagina que sus células inmunes destruyen a las células tumorales, y al cabo de un tiempo comienza a disminuir el tumor. 

 Estudiantes universitarios ven un video de amor altruista de la Madre Teresa de Calcuta, y al cabo de una horas se encuentra que su inmunidad ha mejorado. 


Estos son casos para los cuales no se encuentra una explicación si se ven con los parámetros de la biomedicina convencional, pero que si podemos comenzar a comprender cuando conocemos la realidad de la comunicación Neuroinmunológica y la literal integración PsicoInmunológica en redes neuronales donde la información psíquica e inmunológica es una sola. 


Lo dicho hasta aquí está basado en los descubrimientos de las vías de comunicación anatómicas y fisiológicas que conectan el Sistema Nervioso con el Sistema Inmune, donde se nos presenta como un único Supersistema Neuroinmune y que la histórica división de estos sistemas resulta ser artificial debido al desconocimiento previo de sus interacciones, pero que a partir de ellos en un futuro van a ser considerados como un solo sistema integrado a la actividad psíquica, es decir un único sistema Psiconeuroinmunológico. 

Fibras simpáticas y parasimpáticas del sistema nervioso inervan todos los órganos del sistema inmune: Médula Ósea, Timo, Bazo, Ganglios Linfáticos. 

En ellos las fibras nerviosas ingresan y los axones se dirigen al parénquima y estroma de los órganos. Dentro de los órganos linfáticos se establecen verdaderas Sinapsis Neuroinmunes entre los terminales axónicos y las células inmunes como los macrófagos o linfocitos. 

Allí en estas sinapsis se liberan Neurotransmisores clásicos como la Noradrenalina, Dopamina, Acetilcolina y Neuropéptidos como las Endorfinas, VIP, Sustancia P, NP Y, Somatostatina, entre otros. Estos actúan sobre receptores ubicados en las membranas de las células inmunes. 

Recordemos que las células inmunes circulan por todo el organismo a través de la sangre y la linfa, con periodos de residencia en los órganos inmunes donde se originan y reproducen. Los macrófagos también tienen periodos de residencia fuera de los órganos inmunes. 

La Sinapsis Neuroinmune fue descubierta en los 80 por un equipo de neurocientíficos dirigidos por David y Suzane Felten en Rochester University, esto constituyo un descubrimiento que desafiaba décadas de investigación científica convencional relacionada al sistema inmune. No había conocimiento previo de una vía de comunicación tan directa entre ambos sistemas, literalmente se encontraban unidos. 


Fuente: Dr. Jorge Santiago 

IPPNIM (Instituto Peruano de Psiconeuroinmunología y medicina Mente Cuerpo)







Juana María Martínez Camacho

                                       Terapeuta Transpersonal
                                (Escuela Española de Desarrollo Transpersonal)
                             Especialista en Bioneuroemoción
                               (Instituto Español de Bioneuroemoción)
                             Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular) 
                                               (Cellular Memory Release)   
                             Anatheóresis (Psicoterapia Regresiva Perceptiva)
                               (Transpersonal Anatheóresis Madrid)
                            Formación Internacional  en Psiconeuroinmunoendocrinología
                              (IPPNIM)


                       www.centroelim.org          Telf.  653-936-074



sábado, 4 de abril de 2020

Toda emoción tiene un reflejo bioquímico dentro del cuerpo.



La doctora Candace Pert es una psicofarmacóloga de prestigio internacional. Dentro de comunidad científica, se la conoce fundamentalmente por su descubrimiento del receptor opiáceo en 1973, punto de partida a una sucesión de hallazgos de otros receptores y sus neurotransmisores, con el consiguiente impacto en el conocimiento de las bases químicas del funcionamiento del cerebro, los neurotransmisores y las endorfinas.

Los más de 25 años de investigación y especialización de la doctora Pert en la base molecular de los neuropéptidos y sus receptores, tanto en el cerebro como en el sistema inmunológico, han proporcionado la base científica para un nuevo campo de la medicina y la farmacología denominado como psiconeuroinmunología, que estudia la comunicación entre mente y cuerpo y la importancia de las emociones como puente entre estas dos partes, habitualmente tratadas como separadas.

Pert dice: "La mayoría de lo psicólogos tratan la mente como separada del cuerpo, un fenómeno con apenas conexión con el cuerpo físico. Inversamente, los médicos tratan al cuerpo como desvinculado de la mente y las emociones. Pero el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro. Investigaciones científicas están demostrando que el cuerpo puede y debe ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo”.

Candace Pert ha escrito más de 250 publicaciones científicas y ha trabajado como jefa de sección de bioquímica cerebral en la rama clínica de neurociencia del NIMH [Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos). También ha escrito dos libros: Molecules of Emotion y All you need to know to feel good.

Las implicaciones de sus hipótesis y los resultados de sus investigaciones plantean un salto cualitativo de perspectiva sobre cómo funciona el cuerpo humano, nuestra salud física y bienestar psicoafectivo. Una visión que integra las partes, poniendo el foco en los procesos y el funcionamiento del Todo.



La información de las células secretoras de péptidos produce cambios fisiológicos, que a su vez implican una retroalimentación y en base a ello se producirá un número determinado de péptidos y de que clase.

Todo ello supone que la información usa un lenguaje codificado precisamente por los neuropéptidos y sus receptores, que son las sustancias físicas de la información. Por ello la información se convierte en el enlace entre psique y cuerpo, esas moléculas de información usan ese lenguaje para comunicarse a través de la red compuesta por los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico, es decir una red psicosomática.

Otro aspecto fundamental de sus teorías a partir de esa red psicosomática, es que los péptidos son la manifestación bioquímica de las emociones. En ese sentido indica que los péptidos, o al menos la mayoría de ellos, alteran el comportamiento y el estado de ánimo, y actualmente se trabaja con la hipótesis de que cada uno de ellos pueda despertar un determinado estado emocional, por lo que todo el grupo de péptidos, entre 60 o 70 macromoléculas, podrían constituir un lenguaje bioquímico universal emocional.


Dice la Dra. Candace Pert:

Las emociones son el contenido informacional, que es intercambiado vía la red psicosomática, con los órganos, células y sistemas que participan en el proceso. Así como la información, las emociones viajan en dos realidades: la de la mente y el cuerpo, como péptido y receptores en la realidad física y como sentimientos y emociones en el plano no material.”




Por ello deduce que cada péptido mediatiza un determinado estado emocional, significando que todos los pensamientos, creencias, percepciones sensoriales, y de hecho todas las funciones corporales estarían influidas por las emociones, puesto que en todas intervienen los péptidos.

Igualmente todos esos estudios, incluyendo los de otros científicos, la han llevado a postular que la mente no está localizada en el cerebro, sino distribuida por todo el organismo en forma de moléculas señal.

La red psicosomática implica, contrariamente a lo que se creía, que el sistema nervioso no está estructurado jerárquicamente. 

Dice específicamente la Dra. Candace Pert:

“Los glóbulos blancos son partes del cerebro que flotan por el cuerpo.”

“No soy capaz de establecer una clara distinción entre el cerebro y el resto del cuerpo”.

También, de sus estudios y de otros posteriores, Pert, expone que el sistema inmunológico, incluyendo el sistema nervioso central, tiene memoria y capacidad de aprendizaje, con lo cual deduce que la inteligencia se encuentra en todas y cada una de nuestras células del cuerpo, por ello la separación de procesos psíquicos y procesos orgánicos no sería cierta.

Pert revela cómo su estudio sobre los receptores que procesan la información en las membranas de las células nerviosas le llevó a descubrir que los mismos receptores «neurales» estaban presentes en la mayoría, si no en todas, las células del cuerpo.



Los estudios de la Dra. Pert, han sido muy importantes en el desarrollo y avance de la Psiconeuroinmunología.
Indica que toda enfermedad tiene siempre un componente psicológico, por lo que es imposible la separación cartesiana de mente y cuerpo.

Esto implicaría que la cognición es un fenómeno extendido por todo el organismo, y opera a través de una compleja red química de péptidos que aúna todas nuestras actividades, sean éstas mentales, emocionales u orgánicas.

La enfermedad por tanto estaría asociada ineludiblemente a las emociones. Cuando estas son expresadas todos los sistemas del organismo forman un corpus unificado, pero cuando son negadas y reprimidas, dichas emociones quedarían atrapadas por nuestro cuerpo físico, los sistemas se bloquean y nos llevaría a la enfermedad.

Pero también indica que dichas emociones pueden ser liberadas y por tanto eso nos puede llevar a la curación. Todo ello lo deduce de sus descubrimientos, en base a que toda emoción tiene un reflejo bioquímico dentro del cuerpo.

Sigue indicando la Dra. Pert que el sistema orgánico está sano cuando ese bucle de información no es entorpecido y el proceso se produce con celeridad. A mayor rapidez, más y mejor información recibe la célula, que a su vez permite realizar los cambios necesarios en el menor tiempo posible, lo cual es sinónimo de buena salud, o de curación o mejoría en los procesos de disfunciones orgánicas.

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