ESTRÉS Y PNEI


“Nadie puede vivir sin experimentar algún grado de estrés en todo momento... El secreto de la salud y felicidad consiste en la adaptación exitosa a las condiciones siempre cambiantes sobre la tierra; el castigo por falla en este gran proceso de adaptación son la enfermedad y la desdicha. 
... El “stress” es esencialmente el precio del desgaste causado por la vida. 
... Muchos trastornos nerviosos o emocionales, la hipertensión arterial, la úlcera gastroduodenal, ciertos tipos de reumatismo y enfermedades alérgicas, cardiovasculares y renales, parecen ser esencialmente enfermedades de adaptación” 
           Hans Selye (en “The Stress of Life”)


Es sabido que cuando hay estrés, se activa el mecanismo de lucha y huida, ante una amenaza externa que pone en riesgo la vida, hay que luchar o huir.
En ese momento se producen cambios fisiológicos en el organismo, que preparan al individuo a dar esa respuesta, que incluyen aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, dilatación de la pupila para ver mejor y redistribución del flujo sanguíneo hacia los músculos, que permite una mejor respuesta de lucha y huida entre otros. Como tal, el estrés no es ni malo ni bueno, es un mecanismo de sobrevivencia.


Seyle, acuño el término distrés cuando esta reacción llega a ser patológica y estrés cuando la respuesta de estrés es beneficiosa para el individuo y lo hace sentir bien. Una vez que cesa el agente externo que produjo el estrés, el organismo regresa a su estado de equilibrio u homeostasis.


Desde la PNEI, una definición de estrés seria: una constelación de eventos que comienza con un estímulo (estresor), que precipita una reacción en el cerebro (percepción), la cual subsecuentemente activa sistemas fisiológicos en el cuerpo (respuesta de estrés).



Los acontecimientos de la vida (psicológicos, sociales, culturales, espirituales, ecológicos y biológicos), reales o imaginados, presentes, pasados o futuros; son procesados por cada individuo según como el crea su realidad personal, la cual está basada en su historia y en su contexto, en el modo como se ha configurado su personalidad y sus creencias.
Por lo cual nunca las personas reaccionan de la misma manera frente a un mismo evento estresante.
La clave de un determinado tipo de reacción de una persona frente a un estresor está en su percepción de dicho evento.

Como resultado de este proceso se produce una respuesta Psiconeuroinmunoendócrina de adaptación con distintos grados de activación cerebral y secreción de neuropéptidos, hormonas y citoquinas que está relacionada con la salud y la enfermedad según predomine la Alostasis o la Carga Alostática, este nuevo concepto de Alostasis ha sido propuesto por Sterling hace 20 años y estudiado principalmente por McEwen en los últimos 10 años.

La respuesta adaptativa a corto plazo, es positiva para el individuo, pero puede producir daño cuando es de larga duración.
El aspecto clave es el tiempo: modificaciones fisiológicas puntuales no hacen daño, pero si dichas respuestas permanecen, por ejemplo, el aumento prolongado de la frecuencia cardiaca o respiratoria, puede hacer daño al nivel del sistema cardiovascular.



Desde los años 60 se viene estudiando la relación entre el estrés y la inmunidad, a partir de los estudios pioneros del psiquiatra George Solomon que investigo como el estrés afectaba el cuadro clínico de los pacientes con artritis reumatoide.



Las implicancias de estos estudios son muy amplias en la comprensión de cómo el estrés se relaciona con los distintos tipos de enfermedades en las cuales está implicado el sistema inmune.



Las diferentes áreas cerebrales que participan en la evaluación de los acontecimientos vitales se comunican entre sí para activar multidireccionalmente y con distintos matices las cascadas de neuropéptidos, hormonas y citoquinas proinflamatorias que junto con la activación autonómica determinan los grados de vulnerabilidad o resiliencia, alostasis y carga alostática.


¿Como modifica el estrés la respuesta inmunológica?




El estrés puede afectar la respuesta inmunológica por dos vías: la neuroendocrina y la autonómica.

Cuando un individuo sufre un estrés emocional (neuroendocrina), este va a ser procesado a nivel de la corteza cerebral en el sistema límbico, el cual se asocia con las emociones y recuerdos.
Esto va a producir, a nivel del hipotálamo, órgano ubicado en el centro de la cabeza, justo detrás de los ojos, la liberación de una primera hormona: la hormona liberadora de la corticotropina (CRH), la cual va a activar a nivel de la hipófisis o gandula pituitaria una segunda hormona, la hormona adrenocorticotropa (ACTH).
Esta última viaja por la sangre hasta las glándulas suprarrenales y a nivel de la corteza de dicha glándula estimula la producción de los glucocorticoides, entre ellos el cortisol.
Cuando hay presencia de cortisol, hay supresión de prácticamente todos los parámetros de la respuesta inmunológica.

Los deprimidos crónicos, cursan con altos niveles de esta hormona y se pueden enfermar de enfermedades infecciosas y hasta de cáncer, hay numerosos estudios sobre ello (Turner-Cobb, Sephton y Spiegel, 2001), Schedlowsky, Carsten, Schimanki y col. 2007).

Por vía autonómica, la vía eléctrica, en respuesta a un estrés físico, se producen catecolaminas: adrenalina y noradrenalina.

La adrenalina es un fuerte supresor de la respuesta inmunológica cuando el estrés es crónico. Este tipo de estrés, padecen los ejecutivos, corredores de bolsa, personas altamente competitivas.

Ya sea por vía neuroendocrina o por vía autonómica, frente a cualquier tipo de estrés que sea sostenido en el tiempo, se produce la supresión de las respuesta inmunológica, lo que puede conducir a la enfermedad.
Hay numerosos estudios que prueban la influencia del estrés en el sistema inmunológico dependiendo la percepción del sujeto.

Aunque el evento sea estresante, si la persona siente que tiene control que puede hacer algo (sea real o imaginario…), la respuesta inmunológica la acompaña activándose, en vez si la persona se siente desamparada, que no puede hacer nada con lo que le sucede, se produce la supresión de la misma.




ESTRÉS Y ENFERMEDAD

Como vimos, el estrés es una respuesta saludable de adaptación y esencial para la vida, gracias a la cual los seres vivos pueden adaptarse exitosamente a las condiciones cambiantes de la vida, esta adaptación es fisiológica y mental, esencialmente es Psico-Neuro-Inmuno-Endocrina puesto que son estos sistemas los que de forma integrada regulan la actividad de todo nuestro organismo.

Todos los eventos de nuestra vida son en mayor o en menor medida estresores, y el estrés es la relación entre los estresores y la capacidad de adaptación frente a ellos.


Cuando la adaptación es saludable se habla de eustrés o estrés positivo, y cuando no es saludable hablamos del distrés o estrés negativo, aunque es común utilizar de forma indistinta el termino estrés y eustrés como sinónimos.

Para una cebra que bebe apaciblemente en la orilla de un lago en la sabana africana, la aparición de un león es un estresor que le produce cambios adaptativos en sus sistemas fisiológicos que la preparan para escapar del depredador, pero esta sobreexigencia de sus sistemas retorna a lo normal cuando cesa el estresor.
Para un hombre de la edad de piedra la aparición de un tigre dientes de sable es un estresor que induce una repuesta fisiológica que lo prepara para la lucha o la huida.

En nuestra época moderna los estresores en muchos casos son producto de nuestra imaginación, por ejemplo para un oficinista, el temor a ser despedido es un estresor que produce los mismos cambios fisiológicos del hombre de la edad de piedra, pero mientras nuestro hombre de la antiguedad resolvía la situación estresante cuando esta se presentaba, y la sobreexigencia fisiológica volvía a la normalidad, el hombre moderno tiende a mantener la situación estresante en su mente día a día, sus sistemas fisiológicos se sobrecargan predisponiendo a enfermedad.

En otros casos el estrés es real como las constantes peleas de la pareja en las situaciones de discordia marital, o el cuidar a familiares con enfermedades graves o incurables como el que sufren los cuidadores de familiares con cáncer o enfermedad de Alzheimer.

El estrés crónico es cuando la duración del estrés es de semanas, meses o años y es una situación en la cual el estresor sobrepasa la capacidad de adaptación.

Resultado de imagen de MODELO HASSIG DE ESTRES y sistema inmune

¿Qué sucede cuando el estrés se vuelve crónico?

Hoy en día se utiliza el término de Alostasis para referirse a las variaciones psicofisiológicas adaptativas al estrés y el término de Carga Alostática cuando se sobrepasa la capacidad de adaptación psicofisiológica.
Hay estresores que son comunes como que la situación sea evaluada como amenazante, sea sorpresiva, no la podamos controlar.
Podemos decir que la carga alostática es la consecuencia del estrés crónico.
En consecuencia los sistemas psicofisiológicos permanecen alterados predisponiendo a enfermedades.

Ejemplo de alteraciones relacionadas al estrés crónico en los distintos sistemas o estados vitales:

Cardiovascular: Aumenta la presión arterial, la viscosidad de la sangre, predisposición a la formación de trombos.

Inmunológico: Disminución de la capacidad de respuesta inmune, predisposición a alergias y autoinmunidad.

Digestivo: Disminución de la capacidad protectora de la mucosa gástrica.

Reproductivo: Disminución de la capacidad reproductiva.

Psiquiátrico: Predisposición a la ansiedad y la depresión.

Nervioso: Disminución de la memoria de largo plazo, atrofia neuronal en hipocampo.

Huesos: Predisposición a osteoporosis.

Piel: Atrofia de la piel.

Cromosómico: Disminución de la capacidad de regeneración de los cromosomas (envejecimiento)

Crecimiento: Disminución de la hormona del crecimiento.

Gestación: aborto espontáneo, trastornos en la gestación, parto prematuro, bajo peso al nacer, alteraciones en el desarrollo y predisposición del niño a enfermar y a sufrir trastornos neurológicos y psiquiátricos.

Metabolismo: hay aumento de la glucemia y de las grasas como el colesterol y trigliceridos que predisponen a la diabetes y síndrome metabólico.

La lista presenta los cambios fisiopatológicos en los distintos sistemas producto del estrés crónico. A partir de allí se desencadenan enfermedades. 
Ej: a nivel digestivo al disminuir la protección de la mucosa gástrica se predispone a gastritis y úlceras, a nivel cardiovascular predisposición a hipertensión arterial, enfermedad coronaria, y así en cualquier otro sistema.



¿Cuál es la diferencia de los síntomas del estrés normal y del estrés crónico?

El estrés normal adaptativo básicamente lleva a una elevación momentánea de la frecuencia cardiaca, de la presión arterial, aumento de la inmunidad, disminución de la actividad digestiva y reproductiva, aumento de la alerta, de la fuerza muscular, hay redistribución de la sangre el organismo, todo ello prepara al organismos a una respuesta más eficaz que es saludable en tanto sea momentánea.

En el estrés crónico estos cambios no retornan a lo normal y esto lleva a sobrecarga en los sistemas psicofisiológicos que según la vulnerabilidad de cada uno predispone a enfermarse en uno u otro sistema.

Los pacientes en general presentan síntomas similares al inicio, más adelante la enfermedad se manifiesta según la predisposición que ellos tengan.

Es importante mencionar que cada persona responde de modo distinto frente a las situaciones estresantes, según el modo como interpreta la situación y su capacidad de afrontamiento y de resiliencia, que es la capacidad de hacer frente a una situación estresante, superarla y de salir fortalecida de ella convertida en una mejor persona.

En la mayoría de los casos un despido laboral puede ser altamente estresante, sin embargo hay personas que esta situación es tomada como una oportunidad para sobresalir en otro campo con éxito, estas personas tienen características de resistencia al estrés y comparten en común que enfrentan la situación como un reto o desafío, mantienen el control y tienen un propósito en la vida.

El estrés siempre ha existido y las circunstancias aceleradas de la vida moderna hacen que cada vez haya más estresores reales o ficticios y este ha aumentado tanto en hombres como en mujeres.

En la mujer los ciclos hormonales generan diferente variabilidad a la sensibilidad al estrés siendo esta mayor en los periodos premenstruales, asimismo en la etapa del climaterio en la cual los niveles de estrógenos disminuyen y estos son protectores del hipocampo, región cerebral implicada en la regulación del estrés. Por otro lado esto es compensado en que la mujer madura al tener mayor experiencia de vida tiene, en general, mayores recursos de afrontamiento que una mujer más joven.

En general las mujeres poseen mayor cantidad de recursos de afrontamiento frente al estrés que los hombres, tienen más facilidad de formar redes sociales y de solidaridad, los cuales constituyen el apoyo social que es un antiestresor.

Por el lado de la psicofisiología las hormonas femeninas como los estrógenos son protectoras, asimismo la oxitocina que contribuyen a regular el sistema fisiológico del estrés desde los niveles de la corteza prefrontal que lleva en última instancia a regular las hormonas del estrés especialmente el cortisol.

Por otro lado cada edad tiene sus propios estresores, desde la niñez hasta la tercera edad.
En el estrés participa el contexto cultural y social en el cual el individuo se desenvuelve.

Neurológicamente la capacidad de nuestra corteza cerebral y regiones límbicas de regular el estrés pasa por un proceso de maduración desde la niñez hasta la etapa adulta, los sistemas de regulación son muy sensibles a las experiencias tempranas y se dañan en los casos de experiencias estresantes tempranas produciendo vulnerabilidad que se extiende hasta la edad adulta.



ALOSTASIS Y CARGA ALOSTÁTICA, 
UNA NUEVA FORMA DE ESTUDIAR EL ESTRÉS. 

Recientemente se está utilizando el termino alostasis para denominar a la variable adaptación saludable de los sistemas del organismo y a la carga alostática cuando falla esta adaptación lo cual predispone a enfermedad. 

La alostasis es la capacidad para lograr estabilidad a través del cambio y es decisiva para la supervivencia. A través de la alostasis, el sistema nervioso autónomo, el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) y los sistemas cardiovascular, metabólico e inmunológico protegen al cuerpo, respondiendo al estrés interno y externo. 

El concepto de alostasis fue propuesto por primera vez por Sterling en 1988, y luego fue ampliado y desarrollado por McEwen. 

A diferencia de la homeostasis en la cual la variación de las constantes para la supervivencia deben ser mínimas como el pH, electrolitos en sangre, la presión de oxígeno, la temperatura.  

La alostasis permite variaciones más amplias durante un tiempo como la presión arterial, la actividad inmunológica, la secreción endocrina, la glucosa, los niveles sanguíneos de lípidos.  

A través de la alostasis nuestros sistemas fisiológicos protegen nuestro cuerpo permitiéndonos una adaptación a condiciones cambiantes y estresantes.

La percepción del estrés está influenciada por nuestras experiencias, genética y conducta. 

Cuando el cerebro percibe una experiencia como estresante, se inician respuestas fisiológicas y conductuales que llevan a la alostasis y adaptación, hasta que los sistemas se sobrecargan si el estímulo estresante es contínuo. 

El precio de este acomodamiento al estrés es lo que se denomina “carga alostática”, representado en el prematuro desgaste que resulta de la sobreactividad (o de la baja actividad) crónica de los sistemas alostáticos. 

A través del tiempo, la carga alostática se puede acumular, y la sobreexposición a los mediadores neurales, endocrinos o inmunes del estrés puede tener efectos adversos sobre distintos órganos y sistemas, conduciendo a enfermedad.
Los sistemas alostáticos responden al estrés al iniciarse la respuesta adaptativa, cuando el estrés cesa, los sistemas se recuperan retornando al estado anterior. 

Las respuestas alostáticas son iniciadas por un incremento en circulación de las catecolaminas del Sistema Nervioso Autónomo y glucocorticoides de la corteza suprarrenal. Esto moviliza procesos adaptativos que modifican la estructura y función de una variedad de células y tejidos. 

Estos procesos son iniciados a través de receptores intracelulares para hormonas esteroides, receptores en la membrana plasmática y sistemas de segundo mensajeros para las catecolaminas. 

En el interior celular ambas señales se complementan mutuamente tanto en el citoplasma como dentro del núcleo de la célula influyendo sobre los procesos genómicos (genoma), epigenómicos y de síntesis de proteínas (proteoma). 

Respuesta alostática considerada normal. Luego de finalizar el estímulo estresante la respuesta PNIE de adaptación se recupera y regresa a la normalidad.
Es importante desarrollar la Resiliencia.



RESILIENCIA





La Resiliencia es la capacidad de enfrentarse a las situaciones adversas de la vida, superarlas, y salir fortalecido como una mejor persona.

Las conductas resilientes y el afrontamiento (coping) a las situaciones estresantes protegen al sistema PNIE y al hipocampo a través de múltiples vías neuroendocrinas asociados a emociones o estados psicológicos positivos, consiguiendo estados de alostasis.

Recientemente se ha descubierto el papel de la oxitocina y la vasopresina hipotalámicas como hormonas de la resiliencia con actividad antiestrés opuesta a la del cortisol.


Las cualidades personales de resiliencia están relacionadas con comportamientos altruistas, conducta social de afiliación, capacidad de atraer y utilizar ayuda, autonomía, autorregulación, habilidad para resolver problemas, flexibilidad frente las crisis.


La resiliencia a nivel neurobiológico produce la activación de vías neurales y la liberación de neuropéptidos que actúan simultáneamente en las regiones cerebrales relacionadas a la recompensa en el núcleo accumbens y en las regiones relacionadas al estrés en la corteza prefrontal, hipocampo y amígdala.





FORTALEZAS DE RESILENCIA

Es importante fortalecer las características de resiliencia, el conocer que más que el evento de vida es más importante el modo como evaluamos lo que nos sucede, fortalecer la autoestima, las características del optimismo, recibir cuidados y afecto desde la más temprana edad.

  • Aprender y practicar relajación.
  • Aumentar la autoestima
  • Practicar el altruismo, fortalecer las creencias trascendentales.
  • Considerar que tenemos un propósito en la vida, afrontar las situaciones como retos.
  • Tener momentos de esparcimiento y diversión, compartir con la familia.

¿Cómo nos afecta el mundo en el que vivimos?

El mundo moderno si bien ha llevado a avances tecnológicos maravillosos, nosotros seguimos teniendo la misma fisiología que el hombre de las cavernas y sin embargo estamos sometidos a mayor cantidad de estresores, reales o imaginarios.
Esto lleva a que el estrés sea actualmente el mayor causante de patología médica, aproximadamente el 80% de consultas médicas son por enfermedades relacionadas al estrés.
Es conveniente que las autoridades de salud tomen iniciativas para la prevención del estrés en la población, desde la escuela, basados en las modernas investigaciones.



MANEJO DEL ESTRÉS

El manejo del estrés se basa en la “Estrategia de Adiestramiento en Inoculación al Estrés” la cual consiste en cuatro pilares:


1. Técnicas de Relajación.
2. Búsqueda de Soluciones.
3. Modificación a Pensamientos
4. Conducta Asertiva.

Al hablar de manejo del estrés muchos piensan que la relajación es la solución, esto viene a ser reforzado por filosofías orientales. Si bien es cierto que la relajación es la primera y más importante, por si sola es insuficiente, a menos que se acompañe de los otros tres pilares.

Las personas somos una totalidad, mente y cuerpo en uno solo, somos más que la suma de las partes, elementos biológicos, psicológicos y sociales en constante movimiento y cambio.

La mente a su vez, podemos subdividirla en cuatro esferas: afectiva, cognitiva, conductual e inconsciente.

Dos personas podemos ante la misma situación,
 comportamos de manera diferente.


¿Qué es lo que hace que las personas reaccionemos de forma diferente ante las mismas situaciones?

1. El ambiente: el entorno en el que me muevo, los acontecimientos que me ocurren, las personas con las que me relaciono, etc.

2. Mis emociones: Alegría, tristeza, agobio, inseguridad, miedo, enojo, etc.

3. Mis reacciones físicas: Dolor, palpitación, sudoración, relajación, tensión, etc.

4. Mis pensamientos o mis ideas acerca de:
     - Mi mismo/a.
     - De los demás.
     - Del mundo y del futuro.

5. Mi comportamiento: lo que hago, lo que digo, las relaciones que establezco, etc.

6. Las consecuencias de mi comportamiento: éstas aumentan o disminuyen la probabilidad de que yo repita mi conducta.

Estos 6 elementos están influyendo constantemente a lo largo de mi vida. En función del significado que atribuya y modo de reaccionar ante los acontecimientos de mi vida y de las consecuencias que he recibido, he ido aprendiendo una forma de pensar y una forma de sentir y de comportarme.

Los cambios que ocurren en cada uno de estos elementos afectan a todos los demás. Por tanto, si alguno de ellos nos ocasionó problemas podemos generar alternativas utilizando procedimientos o estrategias, cognitivas, emocionales, conductuales o situacionales, según el caso.




GESTACIÓN Y ESTRÉS





En el periodo de la gestación, desde la concepción hasta el nacimiento, durante todo el proceso de desarrollo embrionario y fetal, los procesos psiconeuroinmunoendocrinológicos de la gestante influyen sobre el desarrollo prenatal y sobre la salud del embarazo en general.


El estrés materno afecta negativamente el desarrollo del bebé según el periodo de la gestación, además, está relacionado a complicaciones obstétricas como aborto espontáneo, preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro, bajo peso al nacer, está relacionado a embriopatías y fetopatías, así como enfermedades que se manifiestan en la niñez como trastornos neurológicos, psiquiátricos, gastrointestinales, asma, alergias, inmunodeficiencias, entre otras.
En la etapa fetal, el sistema neuroendocrino de la madre se encuentra sincronizado con el sistema neuroendocrino del feto y con la actividad placentaria influyendo en su maduración y en el inicio del parto.

Luego del nacimiento, con la vulnerabilidad al estrés adquirida, el niño está predispuesto a enfermedades metabólicas y psiquiátricas que se pueden manifestar en cualquier momento de la vida.

Esta predisposición se produce por los cambios epigenéticos que afectan la regulación de moléculas claves en la regulación del estrés, y de las vías metabólicas como el receptor de glucocorticoides.

Estudios en niños cuyas madres estuvieron estresadas en el periodo gestacional, revelan:

  •  Mayor frecuencia de problemas emocionales y cognitivos
  •  Aumento del riesgo de deficit de atención e hiperactividad
  •  Ansiedad
  •  Retardo en el lenguaje
Hay estudios que prueban que un ambiente fetal adverso, se relaciona al incremento en el riesgo de trastornos de salud en adulto.

Otros estudios hablan de un Estrés transgeneracional: gestantes que desarrollaron estrés post-traumático en el ataque a las torres gemelas del 11 de setiembre redujeron sus niveles de cortisol y este perfil neuroendocrino se transmitió a su descendencia.

Los efectos fisiopatológicos del estrés gestacional, se extienden a través de múltiples generaciones. Una de las vías identificadas son los cambios epigenéticos.


El modelo de la psiconeuroinmunoendocrinología / psiconeuroinmunología permite entender la importancia de una atención PREVENTIVA PRENATAL TEMPRANA, dirigida a contrarrestar los efectos deletéreos del estrés en el embarazo, y esencialmente en la primera mitad de la gestación, desde el inicio, en los cuales por las características de la programación genética del desarrollo sus consecuencias son más graves




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