viernes, 9 de junio de 2023

Beneficios de la práctica del Agradecimiento


Practicar, entrenarse en el agradecimiento es altamente beneficioso para nuestra salud; cuando agradecemos se activa la liberación de hormonas como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, estimulando la activación de nuestro sistema inmunológico. 

Prácticas sencillas que pueden orientarte para emprender el camino del agradecimiento: 

1) Agradece

 Incluso si tu viaje de gratitud comienza y termina agradeciendo a las personas que están en tu entorno más cercano o con las que comúnmente te relacionas en tus interacciones cotidianas.
Hay una manera correcta de hacerlo: levanta la vista de tu teléfono y establece contacto visual. Ten presente que estás tratando con un ser humano que tiene familia, aspiraciones y recuerdos embarazosos.
Tomarse un momento para conectar con la persona que nos atiende, puede ayudarnos a apreciar a las personas con las que interactuamos a diario. Ese pequeño momento de conexión, es muy importante ya que puede hacernos sentir felices y agradecidos. 


2) Tómate un tiempo para saborear

 En nuestro apuro por terminar lo que comemos o tomamos mientras nos preparamos para el trabajo, tomamos el metro o tomamos notas en una reunión de oficina, a menudo olvidamos reducir la velocidad y realmente nos damos cuenta de lo que estamos ingiriendo. Regálate unos minutos y permítete saborear el bocado que acabas de llevarte a la boca, o el sorbo de lo que te estás tomando. 
Intenta percibir la textura, el sabor y los mínimos detalles de eso que comes o bebes. Hacer este ejercicio, nos enseña la importancia de saborear, el arte de reducir la velocidad en lugar de consumir en piloto automático. 
La idea de saborear es muy importante para la gratitud, hay investigaciones que hablan de cómo la gratitud consiste en tomarse un momento y aferrarse a él el mayor tiempo posible, y ralentizar el tiempo para que la vida no transcurra en una gran nebulosa, como suele suceder.


3) Encuentra las obras maestras ocultas a tu alrededor

Por ejemplo, cuando consideras todo lo que hay en una taza de café (los granos de café, el azúcar, la leche), es fácil pasar por alto la taza que lo contiene. Cuando damos por sentado las cosas y vamos por la vida en piloto automático nos perdemos infinidad de detalles que pueden ser realmente maravillosos y por los cuales podemos sentirnos agradecidos. Hay cientos de obras maestras a nuestro alrededor que damos por sentado. 
Al tomarnos el tiempo para notar las pequeñas cosas, podemos cultivar la sensación de asombro y enriquecer nuestras vidas. 


4) Finge hasta que lo sientas 

Cuando te aventuras en esta misión de practicar el agradecimiento a diario, puede ocurrir que de repente esta misión crece, se expande más allá de tus fronteras, y empiezas a notar el impacto que el agradecimiento tiene en las personas que están en tu entorno, y cómo esto afecta tu vida. Si actúas como si estuvieras agradecido, eventualmente te volverás agradecido de verdad. 
Puede ocurrir que cuando inicias tu camino en esta misión, sientas alguna dificultad, o no estés de humor para agradecer y tengas que hacer un pequeño esfuerzo para completar tu misión diaria. Pero continuar el camino pese a las resistencias, que seguro afrontarás, rendirá sus frutos. 
Si actúas como si estuvieras agradecido, eventualmente te vuelves agradecido de verdad. Nuestras acciones también inciden sobre nuestra mente. Muy a menudo pensamos que el pensamiento cambia el comportamiento, pero el comportamiento a menudo cambia nuestro pensamiento. 


5) Convierte los buenos deseos en acción

 Por cada persona a la que agradeces, pueden aparecer muchas otras a las que expresar gratitud. Tal vez, con la práctica, nos demos cuenta de que, a veces, la mejor manera de expresar gratitud es inspirando a otras personas a cambiar. 
La investigación muestra que cuanto más agradecido nos sentimos, más probabilidades tenemos de ayudar a los demás.
 Cuando estás atravesando un momento crítico en tu vida, a menudo estás más concentrado en tus propias necesidades que en las de las personas que te rodean. Pero la práctica de la gratitud hace que quieras compartir todos los dones que recibes a diario.




miércoles, 7 de junio de 2023

¿Qué sabes sobre respiración?


Desde la primera respiración al nacer hasta el último aliento que sale de nuestro cuerpo al morir, respirar es algo que el cuerpo sabe cómo hacer para asegurar nuestra supervivencia básica.

Esta respiración automática te permite sobrevivir, pero cuando se bloquea o limita a través del hábito, esa respiración que en un tiempo realizabas tan cómoda, se vuelve automáticamente restringida y distorsionada. Esta respiración alterada de modo inconsciente, te permite sobrevivir pero no te deja desarrollarte, por ello es necesario información.

La respiración afecta a los sistemas respiratorio, cardíaco, vascular, neurológico, gastrointestinal, muscular y psíquico, y también tiene un efecto general sobre el sueño, la memoria, el nivel de energía y la concentración.

Todo lo que hacemos, el ritmo que mantenemos, los sentimientos que experimentamos y las elecciones que realizamos, están influidos por la respiración.

Cuando nos enfrentamos con niveles de estrés psicológico, físico y biológico, nos sentimos agotados, sentimos tensión y ansiedad que acompañan este estado de sobrecarga; buscamos soluciones en teorías y estrategias complicadas, pero es raro que nos detengamos a analizar conceptos mas sencillos y fundamentales.

El proceso de la respiración, está en el centro de toda acción y reacción que realizamos o recibimos, y por consiguiente, al volver a él, vamos al núcleo de la respuesta de estrés. Mediante la mejora de la calidad de nuestra respiración podemos sentir su impacto positivo en todos los aspectos de nuestro ser.

En la actualidad, los estudios médicos y científicos demuestran una y otra vez lo que las tradiciones orientales han sabido durante siglos: cuando respiramos bien, creamos las condiciones óptimas para la salud y el bienestar, y cuando no lo hacemos así, sentamos las bases para afecciones como la tensión sanguínea alta, insuficiencia cardiaca, ansiedad, estrés, etc.

Si observamos un bebé, respira con todo el cuerpo, con cada célula; todos sus huesos, músculos órganos se mueven con cada respiración.

Cuando niños respirábamos con el vientre blando y relajado, y gracias a esto, teníamos un suministro de energía abundante.

Luego de adultos, aprendimos pautas respiratorias deficientes y buscamos modos de despertar es vitalidad, inclinándonos a estimulantes artificiales como la cafeína, el azúcar, la nicotina, el alcohol, o vitaminas y hierbas, luego la agitación que resulta de estimulantes artificiales, nos lleva a recurrir a tranquilizantes y pastillas para dormir, y entramos en un círculo vicioso de altibajos; o bien, buscamos satisfacciones como la obsesión al trabajo, al sexo, a posesiones materiales, para estimularnos de manera momentánea. Sospechamos que podríamos sentirnos mejor, con más energía, más serenos, y que en nuestra vida falta algo, no muy definido.

Curiosamente, la respuesta para recuperar esta vitalidad dinámica está dentro de nosotros: la respiración.

La respiración es el recurso de mas fácil acceso que tenemos para generar y mantener la energía vital.

Respirar es una de cosas más simples del mundo, pero por ello, no es tan fácil.

La mayoría de las personas, no sabe que respira mal, y menos aún las consecuencias de restringir este proceso vital fundamental.

Se ha descubierto que la terapia respiratoria, a veces combinada con prácticas curativas como el biofeedback o el yoga, alivia (y en ocasiones cura) las migrañas, los estados de dolor crónico, la hipertensión, la epilepsia, el asma, los ataques de pánico, dolencias cardíacas.

Las técnicas respiratorias también se utilizan para ayudar a entrar en un estado de relajación, estados meditativos a quienes padecen enfermedades terminales, para aliviar la tensión, la ansiedad y el dolor.

Cuando respiramos de manera relajada, pasamos de un estado metabólico destructivo, a uno constructivo. Este cambio de funcionar en un estilo de estrés crónico a otro de alerta relajado, puede afectar a la síntesis de proteínas, grasas y carbohidratos, aumentar la producción de células por la activación del sistema inmune, y favorecer la regeneración ósea y el crecimiento, además de mejorar los procesos celular, hormonal y psicológico.

Experimentamos las ventajas de estos cambios químicos, celulares y neurológicos con un nivel mas subjetivo en el modo en el que sentimos y pensamos.

Las personas que practican la respiración abierta a través de las artes curativas como el Tai Chi, el Yoga, o la Meditación consciente, son recompensadas con una mejora en la salud, y parecen tener una relación diferente con los elementos estresantes de la vida. Son capaces de permanecer serenas y centradas en medio del caos aparente.

Cuando la mente llega a estar más despejada y las emociones se vuelven mas equilibradas a través de la respiración serena y regular, aumenta la salud, bienestar y la sensación de paz interior.

La respiración sube y baja constantemente, ENTRA Y SALE DEL CUERPO. Cuando es plena, se producen una serie de movimientos poderosos y sutiles a la vez, que masajean nuestros órganos internos, hacen vibrar a nuestras articulaciones y tonifican y aflojan alternadamente los músculos.

Una de las formas más fáciles para percibir ese flujo de la respiración, es aprendiendo a reconocer los movimientos básicos del cuerpo durante la respiración.

Cuando las dificultades de la vida parecen inmanejables, o cuando las cosas no salen tan bien como se pensaba, podemos tratar de interrumpir el curso natural de los acontecimientos restringiendo inconscientemente esos movimientos, es como intentar poner la vida bajo nuestro control.


Exploración: ¿Dónde siento mi respiración, cómo es?

Son las células quienes desean la respiración. Cuando el aire entra en nuestro cuerpo, pasa por una serie de tubos y órganos hasta llegar a las células. Las células necesitan energía y la consiguen a través de los nutrientes que ingerimos y por medio del suministro constante de oxígeno.

El oxígeno es llevado por la hemoglobina de la sangre a los capilares diminutos y de allí a los tejidos, se intercambia por dióxido de carbono. Esta sangre desoxigenada (color azulino) vuelve a fluir a través de las venas, recorriendo vasos sanguíneos cada vez mas grandes, hasta llegar al corazón, donde una vez más es bombeada hacia los pulmones para recibir oxígeno fresco. Pulmones y corazón trabajan en sincronía para que el oxígeno circule por el cuerpo, pero son los músculos respiratorios los que realmente hacen que el aire entre en el cuerpo.


Músculos primarios:

- El principal es el diafragma (70% del esfuerzo)

- Los intercostales

- Los abdominales



Músculos secundarios:

- Escalenos

- Pectoral

- Esternocleidomastoideo

- Trapecio superior



www.centroelim.org