sábado, 4 de abril de 2020

Toda emoción tiene un reflejo bioquímico dentro del cuerpo.



La doctora Candace Pert es una psicofarmacóloga de prestigio internacional. Dentro de comunidad científica, se la conoce fundamentalmente por su descubrimiento del receptor opiáceo en 1973, punto de partida a una sucesión de hallazgos de otros receptores y sus neurotransmisores, con el consiguiente impacto en el conocimiento de las bases químicas del funcionamiento del cerebro, los neurotransmisores y las endorfinas.

Los más de 25 años de investigación y especialización de la doctora Pert en la base molecular de los neuropéptidos y sus receptores, tanto en el cerebro como en el sistema inmunológico, han proporcionado la base científica para un nuevo campo de la medicina y la farmacología denominado como psiconeuroinmunología, que estudia la comunicación entre mente y cuerpo y la importancia de las emociones como puente entre estas dos partes, habitualmente tratadas como separadas.

Pert dice: "La mayoría de lo psicólogos tratan la mente como separada del cuerpo, un fenómeno con apenas conexión con el cuerpo físico. Inversamente, los médicos tratan al cuerpo como desvinculado de la mente y las emociones. Pero el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro. Investigaciones científicas están demostrando que el cuerpo puede y debe ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo”.

Candace Pert ha escrito más de 250 publicaciones científicas y ha trabajado como jefa de sección de bioquímica cerebral en la rama clínica de neurociencia del NIMH [Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos). También ha escrito dos libros: Molecules of Emotion y All you need to know to feel good.

Las implicaciones de sus hipótesis y los resultados de sus investigaciones plantean un salto cualitativo de perspectiva sobre cómo funciona el cuerpo humano, nuestra salud física y bienestar psicoafectivo. Una visión que integra las partes, poniendo el foco en los procesos y el funcionamiento del Todo.



La información de las células secretoras de péptidos produce cambios fisiológicos, que a su vez implican una retroalimentación y en base a ello se producirá un número determinado de péptidos y de que clase.

Todo ello supone que la información usa un lenguaje codificado precisamente por los neuropéptidos y sus receptores, que son las sustancias físicas de la información. Por ello la información se convierte en el enlace entre psique y cuerpo, esas moléculas de información usan ese lenguaje para comunicarse a través de la red compuesta por los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico, es decir una red psicosomática.

Otro aspecto fundamental de sus teorías a partir de esa red psicosomática, es que los péptidos son la manifestación bioquímica de las emociones. En ese sentido indica que los péptidos, o al menos la mayoría de ellos, alteran el comportamiento y el estado de ánimo, y actualmente se trabaja con la hipótesis de que cada uno de ellos pueda despertar un determinado estado emocional, por lo que todo el grupo de péptidos, entre 60 o 70 macromoléculas, podrían constituir un lenguaje bioquímico universal emocional.


Dice la Dra. Candace Pert:

Las emociones son el contenido informacional, que es intercambiado vía la red psicosomática, con los órganos, células y sistemas que participan en el proceso. Así como la información, las emociones viajan en dos realidades: la de la mente y el cuerpo, como péptido y receptores en la realidad física y como sentimientos y emociones en el plano no material.”




Por ello deduce que cada péptido mediatiza un determinado estado emocional, significando que todos los pensamientos, creencias, percepciones sensoriales, y de hecho todas las funciones corporales estarían influidas por las emociones, puesto que en todas intervienen los péptidos.

Igualmente todos esos estudios, incluyendo los de otros científicos, la han llevado a postular que la mente no está localizada en el cerebro, sino distribuida por todo el organismo en forma de moléculas señal.

La red psicosomática implica, contrariamente a lo que se creía, que el sistema nervioso no está estructurado jerárquicamente. 

Dice específicamente la Dra. Candace Pert:

“Los glóbulos blancos son partes del cerebro que flotan por el cuerpo.”

“No soy capaz de establecer una clara distinción entre el cerebro y el resto del cuerpo”.

También, de sus estudios y de otros posteriores, Pert, expone que el sistema inmunológico, incluyendo el sistema nervioso central, tiene memoria y capacidad de aprendizaje, con lo cual deduce que la inteligencia se encuentra en todas y cada una de nuestras células del cuerpo, por ello la separación de procesos psíquicos y procesos orgánicos no sería cierta.

Pert revela cómo su estudio sobre los receptores que procesan la información en las membranas de las células nerviosas le llevó a descubrir que los mismos receptores «neurales» estaban presentes en la mayoría, si no en todas, las células del cuerpo.



Los estudios de la Dra. Pert, han sido muy importantes en el desarrollo y avance de la Psiconeuroinmunología.
Indica que toda enfermedad tiene siempre un componente psicológico, por lo que es imposible la separación cartesiana de mente y cuerpo.

Esto implicaría que la cognición es un fenómeno extendido por todo el organismo, y opera a través de una compleja red química de péptidos que aúna todas nuestras actividades, sean éstas mentales, emocionales u orgánicas.

La enfermedad por tanto estaría asociada ineludiblemente a las emociones. Cuando estas son expresadas todos los sistemas del organismo forman un corpus unificado, pero cuando son negadas y reprimidas, dichas emociones quedarían atrapadas por nuestro cuerpo físico, los sistemas se bloquean y nos llevaría a la enfermedad.

Pero también indica que dichas emociones pueden ser liberadas y por tanto eso nos puede llevar a la curación. Todo ello lo deduce de sus descubrimientos, en base a que toda emoción tiene un reflejo bioquímico dentro del cuerpo.

Sigue indicando la Dra. Pert que el sistema orgánico está sano cuando ese bucle de información no es entorpecido y el proceso se produce con celeridad. A mayor rapidez, más y mejor información recibe la célula, que a su vez permite realizar los cambios necesarios en el menor tiempo posible, lo cual es sinónimo de buena salud, o de curación o mejoría en los procesos de disfunciones orgánicas.

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