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lunes, 25 de noviembre de 2024
El Cerebro y la Compasión
La ciencia de la felicidad
Estudios de
neuroimagenes realizados por Richard Davidson en su laboratorio de neurociencia
afectiva mostraron que los estados de felicidad estaban relacionados a una
intensa actividad de la corteza prefrontal izquierda.
Asimismo otros
estudios han encontrado que la lesión de la corteza prefrontal izquierda
produce disminución de las células antitumorales Natural Killer (NK)
demostrando que esta región cerebral se encuentra implicada en la regulación
positiva de estas células inmunológicas, en otras palabras, la activación de la corteza prefrontal
izquierda se relaciona con la activación de las NK.
Estas dos investigaciones
investigaciones tomadas en su conjunto nos demuestran que la felicidad y las
células antitumorales NK se encuentran íntimamente relacionadas y reguladas por
la misma región cerebral, la corteza prefrontal izquierda.
Como se sabe, las
células NK son esenciales en la acción inmunológica contra los tumores.
En otro estudio, el grupo de
Davidson encontró que la
predisposición a emociones como la tristeza se relacionaba a una disminución de
la respuesta inmunológica en personas que habían sido vacunados contra la
influenza, mientras que por el contrario, en las personas que tenían mayor
predisposición a emociones positivas
como la alegría o la felicidad se encontró aumento de la respuesta inmunológica
frente a las vacunas lo que demuestra que estas emociones predisponen a una
fisiología de la salud.
Estos estudios en
Psiconeuroinmunología de la felicidad son el fundamento científico para
incorporar los programas de felicidad
basados en evidencia en las prácticas de la Medicina Mente Cuerpo.
Sonja Lyubomirsky de
la Universidad de California, junto a sus colegas identificaron los factores
más importantes que determinan la felicidad y encontraron que del 100% de
felicidad el 50% corresponde al “valor de referencia” determinado
genéticamente, solamente el 10% corresponde a las circunstancias de la vida
(Ej. riqueza, belleza, estado civil, salud)
y el 40% a las actividades deliberadas en nuestra vida para alcanzar la
felicidad.
La “adaptación
hedonista” es un término acuñado por los investigadores que explica por qué los
estados de felicidad debidos a eventos positivos tienen un periodo de
acostumbramiento.
PATRONES DE PENSAMIENTO Y COMPORTAMIENTO DE LAS
PERSONAS MÁS FELICES
(Sonja
Lyubomirsky)
- Se sienten cómodos
expresando su gratitud por todo lo que tienen.
- A menudo son las
primeras en ofrecer ayuda a sus compañeros de trabajo y a los transeúntes.
- Son optimistas al
imaginar su futuro.
- Saborean los
placeres de la vida y tratan de vivir el presente.
- Convierten el
ejercicio físico en un hábito semanal (y a veces cotidiano).
- Están profundamente
comprometidos en objetivos y ambiciones para toda la vida (por ejemplo, luchar
contra el engaño, participar en política o enseñar a sus hijos los valores que
tienen profundamente arraigados).
- Y, por último,
aunque no por eso menos importante, las personas más felices también soportan
el estrés, tienen crisis e incluso sufren tragedias. Es posible que en aquellas
circunstancias se sientan tan afligidas o se emocionen tanto como tú, pero su
arma secreta es el aplomo y la fuerza que muestran para hacer frente a las
dificultades.”
Lyubomirsky ha
desarrollado una sencilla prueba que sirve para medir cuan feliz es una
persona.
ESCALA DE FELICIDAD SUBJETIVA
(Sonja
Lyubomirsky)
Para cada una de las siguientes frases o preguntas, marque el punto de la escala que usted considera que mejor lo describe.
1. En general, me considero:
(No muy feliz) 1 2 3 4 5 6 7 (Muy
feliz)
2. En comparación con
la mayoría de mis iguales, me considero:
(Menos feliz) 1 2 3 4 5 6 7 (Más
feliz)
3. Algunas personas
son muy felices en general. Disfrutan de la vida independientemente de lo que
suceda, sacan el máximo provecho de todo. ¿Hasta qué punto le describe esta
caracterización?
(Nada en absoluto) 1 2 3 4 5 6 7
(Mucho)
4. Por término
general, algunas personas no son muy felices. Aunque no se encuentran
deprimidas, nunca parecen estar tan felices como podrían. ¿Hasta qué punto le
describe esta caracterización?
(Mucho) 1 2 3 4 5 6 7 (Nada en absoluto)
Sume los valores
obtenidos en cada una de las 4 preguntas y divida entre 4.
Puntaje mínimo igual a 1 y máximo igual a
7.
La media obtenida en diferentes grupos poblacionales
varía entre 4,5 y 5,5.
viernes, 22 de noviembre de 2024
Meditación y coherencia cardiaca.
martes, 19 de noviembre de 2024
Comprender y regular la respuesta al estrés y las consecuencias del trauma, desde la Teoría Polivagal
La teoría polivagal, es un modelo explicativo que describe de manera concluyente la estructura, las propiedades y el funcionamiento del Sistema Nervioso Autónomo (SNA).
Desde el comienzo, como seres humanos, hemos
estado buscando constantemente un entorno de vida seguro, así como relaciones
en las que poder confiar.
El Sistema Nervioso
Autónomo, es decir, involuntario, es la parte más importante de nuestro
organismo.
Tal y como indica la palabra “autónomo”, actúa sin nuestra voluntad, sin nuestra intervención activa o control consciente, y pasa desapercibido, en gran medida.
Trabaja sin descanso, día y noche e
independientemente de nuestra actividad, para mantenernos a salvo.
Para esto, el sistema nervioso puede recurrir a tres
posibles patrones de reacción autónoma, que se sitúan jerárquicamente y sus
funciones reflejan la historia evolutiva del cerebro.
1- El primer sistema muy antiguo es llamado Vago Dorsal. Diseñado como un sistema de ahorro de energía que se manifiesta mediante el patrón de shock o simulación de muerte y busca la supervivencia en las situaciones más extremas.
En todo recién nacido, esta parte, ya está
completamente desarrollada y funcional.
2- El sistema que le sigue en jerarquía, es el Sistema Simpático, más joven en términos evolutivos, capaz de movilizar fuerza para superar situaciones de emergencia y desencadenar nuestro comportamiento de lucha o huida.
3- El tercero en términos de historia evolutiva, es el Vago Ventral, es el más joven de los tres, está detrás de la capacidad de comunicarnos, de resolver problemas a través de la comunicación y de vivir en conexión o elegir conscientemente apartarnos.
Dependiendo de la maduración del sistema nervioso del niño, la madre asumirá temporalmente este papel regulador hasta que el niño aprenda a hacerlo por sí mismo.
Conocer el funcionamiento autónomo de nuestro cuerpo a través de los tres sistemas mencionados, es muy valioso a la hora de comprender las reacciones generales del estrés y el comportamiento humano, pero también para curar los traumas y los trastornos resultantes.
Estas conexiones y el conocimiento de ellas,
también son esenciales para la interacción comunicativa básica y por lo tanto,
para una vida social regulada.
Por eso no son solo de interés para aquellas
personas afectadas por un trauma.
El hecho de que la teoría esté ganando progresivamente aceptación en todo el mundo, no es casualidad sino más bien, consecuencia de su correcto enfoque y del éxito de los métodos basados en ella, para mejorar la comunicación y la curación de los traumas; y también para diversas enfermedades que no se atribuirían fácilmente a un evento traumático, como los frecuentes y variados dolores, entre ellos, dolores de cabeza, de espalda, de las articulaciones, enfermedades internas y ortopédicas como hipertensión arterial, trastornos gastrointestinales, inflamación, artrosis, síndromes complejos como la fatiga crónica, las migrañas, la fibromialgia, las alergias, síndrome de burnout, etc.
La teoría polivagal fue mencionada por primera vez en 1994 por su fundador, profesor de psiquiatría Stephen W. Porges (científico), el mismo se sorprendió del éxito de su enfoque entre los médicos, en especial en traumatología.
Por fin se podían explicar de manera concluyente,
qué reacciones físicas adaptativas ocurren después del trauma.
La búsqueda constante de seguridad y
supervivencia, se hizo evidente como una meta justificada en la vida de todos
los seres vivos.
Antes de desarrollar esta teoría, se suponía que
nuestro Sistema Nervioso Autónomo, estaba formado por el Simpático y su opuesto
el Parasimpático.
Una gran parte del Sistema Parasimpático, consiste en el Nervio Vago.
Porges descubrió que no solo hay un nervio vago,
sino un sistema de reacción Autónomo Ventral, es decir, Anterior y otro Dorsal,
es decir posterior.
Aunque ambos se consideran Sistemas Parasimpáticos, es decir,
calmantes, tranquilizadores, sus funciones no podrían ser más diferentes.
La rama anterior del Nervio Vago, nos mantiene conectados y con una energía vital sana, mientras que la Posterior, desencadena estados de shock y desmayo y por lo tanto, procesa situaciones que suponen una amenaza para la vida.
La separación y el retraimiento, son características de patrón de respuesta del
Vago Posterior.
El término Polivagal, está compuesto por poly (del griego): muchos, más de uno, vagal (del latin); vagar.
Nervius vagus: significa “nervio errante”.
Porges, al principio, se centraba en la obstetricia dándose cuenta que una fuerte activación en el sistema del Nervio Vago, era sinónimo de una buena salud.
Sin embargo, reparó en algo crucial: un pediatra
había observado que una fuerte actividad del Vago, viene acompañada de un
descenso de la frecuencia cardiaca, la cual es a su vez responsable de la
mortalidad que se da principalmente en bebés prematuros. Esto se describió como
la paradoja del Vago y lo invitó a Porges a investigar con más profundidad.
Finalmente, dio con dos Sistemas Vagales:
el Vago Ventral y el Vago Dorsal.
Luego, observó una conexión entre los trastornos mentales y un debilitamiento del sistema Vago Ventral.
Basó su teoría en algunos síntomas que ocurren con
cierta frecuencia:
hipersensibilidad auditiva o la incapacidad de
hacer o mantener contacto visual.
¿Cómo podemos utilizar esto para mejorar nuestra salud en el día a día?
La teoría polivagal, distingue tres sistemas o
estados fisiológicos autónomos que se denominan Vago Ventral, Simpático y Vago
Dorsal.
Estos estados corporales, se denominan mecanismos de adaptación, recurren a diversas capacidades físicas y cada uno
provoca patrones de comportamientos típicos.
Cada uno de estos mecanismos, está representado
por diferentes contextos anatómicos. Los tres patrones de reacción funcionan jerárquicamente.
Los cambios rápidos entre los tres estados autónomos, son parte normal de la fisiología del ser humano, como del resto de los vertebrados. Pero cuando nos quedamos atrapados en uno de estos patrones, supone una desviación de la norma,
y por lo tanto, un caldo de cultivo para que surja
la enfermedad.
El objetivo final, siempre es la supervivencia, y
también recuperar y mantener la
seguridad.
Es aprender unos ejercicios coherentes, diseñados
para cada situación, (lo veremos
más adelante), que ayudarán al cuerpo en la transición a un estado autónomo
más
favorable.
Veamos cómo funciona la jerarquía autónoma:
Nuestro Sistema Nervioso Autónomo, reacciona ante
todo lo que conforma nuestro entorno, a una velocidad vertiginosa. Cada pequeño
estímulo, es registrado subconscientemente comparado con lo conocido y
categorizado. Así es como reaccionamos ante lo agradable, lo desagradable y lo
peligroso, con los tres patrones autónomos antes descritos.
El Sistema Nervioso Autónomo, también mantiene las
funciones orgánicas básicas de forma independiente, y por lo tanto, en general
de forma inconsciente para nosotros. Ejemplo, la digestión, la frecuencia cardiaca,
etc., en un momento de gran excitación, no puedes mantener el pulso tranquilo.
El Sistema Autónomo, basa sus decisiones en todas las experiencias previas y siempre trabaja para asegurar tu bienestar y supervivencia.
Sin embargo, cuando nuestro cuerpo cree estar amenazado, se produce un cambio al Simpático y subconscientemente decidimos luchar o si eso no es posible, huir del peligro.
Si nuestro cerebro, interpreta la situación como
una amenaza para la vida, el Vago
Dorsal toma el relevo y nos deja
aguantar en un estado de entumecimiento, impotencia
y rigidez.
Cuando salimos de este estado en el que nos
hacemos los muertos, también sucede en el orden jerárquico, desde el Nervio Vago Dorsal, pasando por el
Sistema Nervioso Simpático hasta el Sistema Vago Ventral.
Esto explica, por qué las personas que han estado en un estado de desconexión o rigidez durante mucho tiempo, de repente, muestran rasgos muy combativos o, ante el asombro de quienes los rodean, huyen precipitadamente, ya que en cuanto el sistema nervioso se vuelve a poner un poco en marcha, se abren posibilidades que antes no estaban al alcance.
Después de una fase de regulación, lo normal es que del Sistema de Lucha o Huida, se pase de nuevo al modo del Nervio Vago Ventral. La vida vuelve a la normalidad.
Para aprender mas sobre el tema:
CURSO EL NERVIO VAGO - LA TEORÍA POLIVAGAL Y EL ESTRÉS
Aprendiendo autorregularnos.
www.centroelim.org
WhatsApp: 65-39-36-074
jueves, 14 de noviembre de 2024
¿Por qué siempre tenemos la misma clase de relaciones, o atraemos el mismo tipo de jefes, o discutimos por las mismas cosas, o hacemos las cosas de una misma determinada manera….?
Los pensamientos generan un tipo de emociones; cada emoción que experimentamos, produce una química que circula por todo el cuerpo por medio de “neuropéptidos”.