El cerebro cognitivo, y en especial el lóbulo frontal, es el que inhibe nuestros instintos y protagoniza lo que llamamos la mente justificativa, frente a la mente reactiva gestionada por el cerebro emocional.
El hemisferio izquierdo, se relaciona con las funciones racionales: pensamiento lógico-matemático, análisis, asociación de ideas, lenguaje, escritura, matemáticas, etc.
El cerebro emocional tiene la capacidad de desconectar del córtex, tomar la iniciativa y realizar acciones de una forma instintiva; las emociones nos inundan y nuestros pensamientos se detienen.
El hemisferio derecho, gestiona las informaciones afectivas y emocionales; reconoce en forma global una situación y le atribuye un contenido emocional-sensitivo (lo que siente). Se relaciona con la imaginación, la creatividad, el arte, la intuición, fantasía, etc.
Ambos hemisferios se comunican y entran en contacto a través del cuerpo calloso.
El cuerpo calloso: es un puente de “fibra óptica” formado por millones de neuronas que conectan los dos hemisferios del cerebro, el hemisferio izquierdo ( lógico), y el hemisferio derecho ( emocional).
El cuerpo calloso es el camino de fibras neuronales más grande de todo el cuerpo, tiene unos 300 millones de fibras nerviosas, los impulsos nerviosos viajan de un lado al otro a través de este cuerpo calloso, permitiendo observar al mundo desde dos puntos de vista diferentes.
Hábitos a implementar (Jennifer Middleton)
Hábitos para fomentar el hemisferio derecho:
1. Observa tus relaciones interpersonales y optimízalas. Darnos cuenta de cuanta energía gastamos en mantener relaciones que ya han caducado, que ya han cumplido su propósito.
2. Use su cuerpo para la comunicación. Hay que acostumbrase a escuchar el cuerpo.
3. Descanse de forma adecuada.
4. Darse tiempo a uno mismo sin remordimientos. Entregarse a los demás olvidándose de uno mismo es muy tóxico y egoísta.
5. Lentifíquese cuando se sienta acelerado, agitado y tenso. Coma tranquilo, saboree la comida. Tómese tiempo. Cada cosa a su tiempo y cada tiempo a su cosa. Practique la relajación, el ejercicio diario.
6. Cuide su cuerpo y su mente.
7. No desgaste la energía pensando en el pasado. Viva el momento presente. El presente es el estado idóneo de creación. Pensar en el pasado es repetir las historias.
8. Aprenda a jugar y a ser un niño. Deje salir este niño que todos tenemos dentro. Ríase con sus amigos, haga tonterías.
9. Regálese actividades placenteras y disfrútelas intensamente.
Hábitos para fomentar el hemisferio izquierdo:
1. Respétate y exige que los demás te respeten. Reconoce tus sentimientos y emociones. Si sientes rabia, acógela y suéltala.
2. Revisa tu argumento de vida y no te tiranices. Se refiere a las creencias y verdades que te impusieron tus padres. Observa tus prejuicios que te inculcaron y que ya no tiene que ver nada contigo.
3. Termina situaciones inconclusas que no tienen solución. Situaciones que nos quitan el sueño y no sabemos cómo concluirlas. Nos proporcionan gran desgaste y tensión.
4. Reduzca demandas internas y externas innecesarias. Todos los deberías o tendrías. Tomar conciencia de que nos imponemos muchas obligaciones.
5. Asuma plena responsabilidad sobre su vida. Cada vez que dejamos que abusen de nosotros, nos dominen, nos posterguen y nos olviden, somos los únicos responsables.
6. Ponga una rutina diaria en su vida. Leer, escuchar música, en un lugar físico sin interferencias.
7. Aliméntese de forma sana y equilibrada.
8. Aléjese de personas y situaciones tóxicas y negativas.
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